"La mejor herencia que se le puede dar a un niño para que pueda hacer su propio camino, es permitir que camine por sí mismo." Isadora Duncan

"Estoy convencido que uno de los tesoros que guardan los años es la dicha de ser abuelo"
Abel Pérez Rojas

"No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela." Albert Einstein

Forman parte de la orquesta

viernes, 23 de enero de 2009

Puchulitos en la Warner


Erase una vez que te era, dos niños un poco traviesos llamados Enrique y Juan. Se llevaban muy poco en años, Enrique el mayor estaba muy cerca de cumplir 6 años y el otro rozaba ya los tres años y cinco meses. Vaya par de correcolaris.
Sus abuelos Ángel y Katy les había prometido por sacar buenas notas llevarles al Parque de la Warner. Por fin llegó este día tan esperado.
Que nervios, estábamos deseando llegar. Mi hermano no hacia más que preguntar ¿Cuándo llegamos? ¿Falta mucho? Se nos hacia muy largo el viaje hasta allí.
Menos mal que no tuvimos que esperar para entrar. “¡Enrique, Juan!!!! gritaba mi abuela, ¡sin correr! Os va a dar tiempo a todo, tranquilidad y sobre todo no despistaros que si os perdéis, aquí no hay quien os encuentre.”
Entramos por una avenida ancha en donde en un Pasacalles desfilaron los personajes famosos de las pelis de la Warner: Piolin, Correcaminos, El Pato Lucas y el más famoso de todos Bugs Bunny. Nos hicimos unas cuantas fotos con ellos. Montamos en helicópteros, trenes, autobuses, en las tazas de te, en la montaña rusa. Nos gustaron mucho los juegos de agua, el de los rápidos y el de Rió Bravo en dónde casi nos duchamos ( y en dónde la abu no montó porque es un poco miedosa) el hotel embrujado que se movía, las sillas voladoras y muchas otras atracciones más.
Había una que nos pareció especialmente divertida y genial: El paseo por la Mansión encantada de Scooby-Doo en un trenecito. Todo nuestro afán era volver de nuevo.
La primera vez que montamos en el trenecito, la abuela y Juan iban delante y el abuelo conmigo detrás. Que divertido. Pasamos por un túnel largo, oscuro y misterioso. Se abrían y se cerraban puertas a nuestro paso. Había que disparar a unos puntos con unas pistolas especiales y salían fantasmas por doquier, esqueletos, armarios ruidosos. Pensándolo bien daba un poquito de miedo.
Se había pasado la mañana y era hora de comer. Había de todo para elegir, y nosotros elegimos los macarrones, pollo para Katy y chuletas para Ángel. Cuando la abu iba a comerse el pollo, mi hermano una vocesita le dijo que el quería el pollo, hmmmm que rico, así que la pobre abu tuvo que comerse los macarrones que no pidió !!!!!!!!
Terminada la comida nos tomamos un rico helado sentados los cuatro en un banco al sol.
Queríamos volver a montar en la atracción de Scooby-Doo, y lo repetíamos una y otra vez. Los abuelos hacían como que no nos habían oído, pero nosotros seguíamos insistiendo. ¡¡Queremos ir otra vez a lo de Scooby-Doo, hasta que por fin nos hicieron caso y tuvieron que ceder a los caprichos de los puchulitos. (que somos nosotros)
Había menos gente esperando para subir y nos tocó rápido el turno. Esta vez montamos mi hermano y yo delante y los abuelos detrás.
Entramos en el túnel y al pasar la primera puerta, alguien nos cogió a los dos y desaparecimos por un túnel sin saber muy bien lo que pasaba. Los abuelos no estaban. Les oíamos llamarnos, pero estábamos muy lejos para contestarles. Habíamos llegado a un sitio mágico de la mano de Bugs Bunny.
Nos han robado a los niños ¿Y ahora que hacemos dijo Katí a Ángel? Saltaron y trataron de seguirnos. Abrieron el armario por donde habíamos desaparecido y entraron detrás de nosotros. Estaba muy oscuro, y los pobres no veían nada y no les guiaba nadie. El armario giró y al fondo una lucesita roja les indicó el camino a seguir.
Iban a toda velocidad llamándonos. "Mira que si los perdemos iban comentando ¿Que le iban a decir a nuestros padres? " Estaban muy asustados y preocupados. Ellos también terminaron resbalando por un inmenso tobogán que parecía no tener fin, bajaron y bajaron hasta que tocaron suelo. Oían un canto muy especial que nosotros nos sabíamos Abu hasen, Abu Hasen…….. Ah recordaron ellos, " si es de un de las pelis de Popeye…. "
Cuando llegaron todo el escenario se iluminó y descubrimos llenos de asombro el gigantesco decorado de cine, con todos los personajes de Looney Toones a nuestro alrededor. Marvin el Marciano, Correcaminos, Piolin, Bugs Bunny los mismos que nos habían recibido al llegar al Parque esta mañana. Nos encontrábamos en la zona llamada de los Espectáculos. Podíamos actuar, bailar y cantar. Llamamos a gritos a los abuelos. Queríamos hablar de lo que nos había pasado. “Tuvimos un poco de miedo dentro del armario les dije pero enseguida vino Bugs Bunny, nos explicó que todo era un juego. Que los niños que iban con sus abuelos les preparaban esta sorpresa, para que participaran en el juego con sus nietos. Ahora todos teníamos que bailar con los personajes de la Warner que era un regalo por haber pasado el día en el Parque. El escenario giró y había mucha gente mirando, muchos niños con sus papás, y jóvenes. Todos tocaban palmas mientras bailamos y cantamos. Había sido divertido.
Eran las seis de la tarde y había que iniciar la retirada dijeron los abuelos hay que volver a casa, bañarnos y cenar. "¿Qué tal lo habéis pasado chicos? preguntaron los abuelos" ¡¡¡Biennnnnnn!!!! ¡¡hurra!!guay!!. gritamos. Podemos volver otra vez? "Claro que si y la próxima vez con Teresa. Eso sí, hay sacar buenas notas también el curso que viene.
Y así quedó la historia que puede continuar si estudiamos y nos esforzamos en el Cole.
Ah se me olvidaba, como recuerdo de este día les hicimos unos dibujos preciosos a los abuelos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bienvenido. Gracias por tus palabras , las disfruto a tope y además aprendo.

“EL TIEMPO QUE PERDISTE POR TU ROSA HACE QUE TU ROSA SEA TAN IMPORTANTE”. Saint-Exupéry

“EL TIEMPO QUE PERDISTE POR TU ROSA HACE QUE TU ROSA SEA TAN IMPORTANTE”. Saint-Exupéry
Powered By Blogger