"La mejor herencia que se le puede dar a un niño para que pueda hacer su propio camino, es permitir que camine por sí mismo." Isadora Duncan

"Estoy convencido que uno de los tesoros que guardan los años es la dicha de ser abuelo"
Abel Pérez Rojas

"No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela." Albert Einstein

Forman parte de la orquesta

sábado, 12 de abril de 2025

El Duelo: Sin saber cómo...


Hace 5 años te perdí con el Covid...
Pero en mi corazón sigues vivo y presente

Perder a alguien es como quedarse de pie en el andén de una estación donde ya no pasan trenes, es el eco de una voz que ya no responde, es el vacío de una mano que no vuelve a sostener la nuestra🥺 Es un terremoto silencioso que derrumba todo lo que creíamos estable, porque la vida, con su absurda costumbre
de continuar, no nos espera para entenderla.
El duelo no es una batalla, no es pelear contra la ausencia como si fuera un enemigo al que hay
que derrotar, no se trata de ganarle al dolor ni de buscar la manera más rápida de salir del laberinto. 🥹
El duelo es una mudanza forzada, una reubicación en un mundo que ya no tiene el mismo paisaje, es aprender a vivir con un agujero en el pecho, sin pretender llenarlo de inmediato, porque algunos vacíos no son para ser ocupados, sino para recordarnos que hubo algo grande ahí🙏
Nos han hecho creer que el duelo es una escalera con peldaños que debemos subir hasta que un día, mágicamente, dejamos de sentir, pero no es así. Es más bien una espiral, un camino confuso donde el ayer y el hoy se mezclan, donde el dolor, la nostalgia, la rabia y la gratitud bailan sin orden. Un día sentimos que avanzamos y al siguiente nos encontramos de nuevo en la primera página del dolor y eso está bien, no es un error, es la forma en que el alma se acomoda a su nueva realidad.
El dolor no es un enemigo, es un maestro cruel pero necesario, nos arranca las certezas, nos deja desnudas frente a la verdad de nuestra fragilidad y en ese despojo, descubrimos algo poderoso: Seguimos aquí, respirando, amando, sobreviviendo porque,
si no podemos estar con quienes amamos, entonces aprendemos a amar con más fuerza a quienes sí están 🥹
No hay atajos, no hay fórmulas mágicas, no hay trucos que aceleren su proceso o eliminen el dolor, sólo el tiempo, la paciencia y el amor nos van mostrando el camino y aunque al principio todo parezca oscuro, aunque la vida se siente en pausa, un día, sin aviso, una pequeña luz se cuela entre las rendijas y es ahí cuando entendemos que el duelo, aunque duele, no nos destruye... Nos transforma, nos vuelve más intensas, más humanas, nos enseña que la única manera de honrar a quienes se fueron es seguir viviendo, amando con más fuerza y recordando que aún con el alma rota, seguimos siendo capaces de construir belleza.
Porque la vida nunca nos pregunta si estamos listas para perder, pero sí nos da la oportunidad de aprender a seguir... Aunque no sepamos cómo 🙏🥹🖤

Escrito por Fernando D'Sandi


lunes, 10 de marzo de 2025

No quiero ser un estorbo

 


No le tengo miedo a ser anciana, no le temo a las arrugas ni a la piel que se afloja como una sábana al viento. No me asustan los cabellos plateados ni el paso lento de mis propios pies. No le temo a la soledad, porque la he amado, la he hecho mi aliada, mi refugio.

Pero hay algo que sí me inquieta, algo que se esconde en la sombra de los años que aún no he vivido: el destino. Ese que juega con las cartas marcadas, que a veces te sienta en la mesa con una copa de vino y otras te deja esperando bajo la lluvia sin abrigo.

No quiero ser una carga, un suspiro de resignación en la boca de nadie. No quiero ver en los ojos de los demás el reflejo de mi fragilidad, de mi dependencia. No quiero que mi nombre se convierta en sinónimo de sacrificio ajeno.

Quiero ser viento, quiero ser brisa, quiero seguir moviéndome, aunque el cuerpo duela. Quiero que mi vejez sea un poema de libertad, un café con aroma a recuerdos, un óleo que aún busca su última pincelada.

No le temo a la vejez. Le temo a perderme en un destino que no elegí.

Milka Mag Torre

 

lunes, 24 de febrero de 2025

El escorpión y el ciervo


El escorpión picó al ciervo, y con el veneno ardiendo en su cuerpo, buscó refugio en la manada.Sin embargo, los demás ciervos decidieron expulsarlo para evitar que el veneno se propagara. El ciervo salió cojeando, llorando de dolor. No por la picadura, sino por el abandono y desprecio de su propia familia en el momento en que más los necesitaba.
Así se fue, ardiendo de fiebre, arrastrando una de sus patas, vulnerable a las noches frías.
Con cada paso, una lágrima caía.
Los ciervos en la manada lo vieron alejarse, observando cómo desaparecía en el horizonte. Algunos decían entre sí:
— Que se vaya... Morirá lejos de nosotros.
Y cuando el ciervo finalmente se desvaneció en la inmensidad del horizonte, todos estaban seguros de que había fallecido.
Algunos incluso miraban al cielo, esperando ver buitres volando.
Pasó el tiempo.
Mucho después, un gorrión llegó a la manada y anunció:
— ¡Su hermano está vivo! Vive en una cueva muy lejos de aquí.
Se recuperó, pero perdió una pata debido a la picadura del escorpión.
Le cuesta encontrar comida y necesita su ayuda.
Hubo un silencio. Luego comenzaron las excusas:
— No puedo ir, estoy pastando...
— No puedo ir, estoy buscando agua...
— No puedo ir, tengo que cuidar a mis crías...
Una por una, todas rechazaron la petición. El gorrión regresó a la cueva sin ayuda.
Pasó el tiempo nuevamente.
Mucho después, el gorrión volvió, pero esta vez con una noticia dolorosa:
— Su hermano ha fallecido... 
En ese instante, un peso cayó sobre todos. Un profundo lamento llenó la manada.
Quienes pastaban, pararon.
Quienes buscaban agua, dejaron las fuentes.
Quienes cuidaban crías, las olvidaron por un momento.
El arrepentimiento dolía más que cualquier veneno. ¿Por qué no fuimos antes?, se preguntaban.
Y sin medir la distancia ni el esfuerzo, todos partieron hacia la cueva, llorando y lamentándose. Ahora sí tenían un motivo para verlo, pero ya era tarde.
Al llegar a la cueva, no encontraron al ciervo... Solo hallaron una carta que decía:
"En la vida, muchas veces las personas no cruzan la calle para ayudarte cuando estás vivo, pero cruzan el mundo para enterrarte cuando mueres.
Y la mayoría de las lágrimas en los funerales no son de dolor, sino de remordimiento y arrepentimiento."

Eduardo Galeano 


La moraleja la sacamos fácilmente

lunes, 23 de diciembre de 2024

𝐃𝐢𝐜𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞


𝐃𝐢𝐜𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞

Siempre llega con ese aire de cierre, como si la vida nos pidiera una pausa para mirar hacia atrás y tomar lo bueno, lo malo y lo aprendido. Es un mes que trae luces y risas, pero también un poco de melancolía. Nos recuerda a las personas que están lejos y a las que, aunque quisimos mucho, ya no nos acompañan. Y mientras tanto, las cenas, las reuniones y el caos nos invitan a reflexionar en medio del bullicio.
Es el momento perfecto para abrazar a quienes están cerca, no solo con los brazos, sino con el corazón. También es una oportunidad para sentarnos con nosotros mismos, sin juzgarnos, sin buscar culpables, y pensar: 

"¿Qué puedo hacer diferente?
¿Cómo puedo ser mejor, más feliz, más libre?". 
Porque este mes no solo cierra un capítulo, también abre otro, y dependerá de nosotros escribirlo.
Así que aprovechemos. Dejemos que el retrovisor nos sirva para aprender, pero miremos al frente con ilusión.
Cambiemos lo que haya que cambiar, dejemos atrás lo que nos pesa y abracemos lo que viene.
Porque, al final, diciembre no es el fin: es la oportunidad de un nuevo comienzo.


Alan Reyes.

“EL TIEMPO QUE PERDISTE POR TU ROSA HACE QUE TU ROSA SEA TAN IMPORTANTE”. Saint-Exupéry

“EL TIEMPO QUE PERDISTE POR TU ROSA HACE QUE TU ROSA SEA TAN IMPORTANTE”. Saint-Exupéry
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