A mediados de los años setenta las gaviotas comenzaron a llegar a Madrid los primeros grupos de gaviotas. Inicialmente pasaban aquí la temporada invernal y luego se iban. Más tarde bastantes optaron por "empadronarse" en Madrid. Hoy se las puede ver a lo largo del Manzanares especialmente en el la parte Sur
-Para comenzar -dijo pesadamente-, tenéis que comprender que una gaviota es una idea ilimitada de la libertad, una imagen de la Gran Gaviota, y todo vuestro cuerpo, de extremo a extremo del ala, no es más que vuestro propio pensamiento
- "Tienes que practicar y llegar a ver a la verdadera gaviota, ver el bien que hay en cada una, y ayudarlas a que lo vean en sí mismas".
"-La única Ley verdadera es aquella que conduce a la libertad -dijo Juan-. No hay otra Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar.
"-Cada uno de nosotros es en verdad una idea de la Gran Gaviota, una idea ilimitada de la libertad -diría Juan por las tardes, en la playa -, y el vuelo de alta precisión es un paso hacia la expresión de nuestra verdadera naturaleza. Tenemos que rechazar todo lo que nos limite. Esta es la causa de todas estas prácticas a alta y baja velocidad, de estas acrobacias..."
Frases de Juan Salvador Gaviota - Richard Bach
"-Pobre Pedro. No creas lo que tus ojos te dicen. Sólo muestran limitaciones. Mira con tu entendimiento, descubre lo que ya sabes, y hallarás la manera de volar."
Juan Salvador Gaviota , es una fábula en forma de novela escrita por Richard Bach, sobre una gaviota y su aprendizaje sobre la vida y el volar, y una lección de superación personal.
Fue publicada por primera vez en 1970 y se convirtió en un favorito en los campus de las universidades estadounidenses.
Es una historia de superación personal y un canto a la libertad. Luchar por nuestros sueños, perseguir nuestras metas pero sin olvidarnos del amor, de uestra oblogación moral ayudar a los demás y enseñarles lo aprendido, ya que todos podemos aprender de los demás y los demás de nosotros.
Juan Salvador Gaviota, es una gaviota que está muy aburrida de que su vida se limite a las disputas diarias por el alimento con sus compañeras gaviotas y tiene unos deseos irrefrenables de volar. Se esfuerza por aprender todo lo que puede acerca del vuelo, evitando competir, hasta que su actitud da como resultado su expulsión de la bandada. En soledad, él vive practicando, aprendiendo; y avanzando en su camino hacia la perfección.
El libro de Juan Salvador Gaviota lo leí hace muchos años y me impresionó. Tiene frases magníficas... pero las gaviotas lo siento pero desde que voy por las ciudades costeras no me parecen tan estupendas.
ResponderEliminarBesos
Hola Katy:
ResponderEliminarLo lei hace la tira de años y ya en esa época me gustó mucho, aunque como pasa con las cosas, al cabo del tiempo lo comprendes mucho mejor.
Lo de las gaviotas me llamó la atención cuando llegué a Madrid y las veía por el puente de segovia. Te voy a nombrar reportera de la ribera del manzanares je je.
Un beso y feliz semana
Hola Candi, me encantan pero he leído que atacan a los niños cuando les da por ahí. El Libro se lo regalamos a los chicos y desde luego recuerdo que yo también me lo leí y me encantó.
ResponderEliminarUn beso
Hola Fernando, veo que te ríes de mis dotes de reportera. Pero cuando el Manzanares sea río que está a punto, te veré paseando a ti también por aquí. Eso dijo el Alcalde 7 km de paseos, pinares, carril bici, fuentes, juegos para niños, pistas de patinaje, Centro de Interpretación de Río, columpios, pasarelas, chiringuitos, playa. Os váis a aburir de mis reportajes jaja. Hoy les ha tocado a la gaviotas.
ResponderEliminarGracias majete.
Un beso y buena semana
Hola Katy, Hace años que lo leí, pero no me vendra mal releerlo para aprender a volar de nuevo.
ResponderEliminarUn beso
El aprender a volar, eso es lo importante en esta vida, combinar libertad con responsabilidad y sazonarlo todo con alegría y respeto. Las fotografias, preciosas por cierto, nos dejan volar el pensamiento y rumiar lo leído. gracias Katy
ResponderEliminarMadame, me encanta la obra de Richard Bach, pero las gaviotas me tienen desesperada. No se imagina cuántas hay por aquí, y el escándalo que arman por la mañana! :)
ResponderEliminarFeliz comienzo de semana
Bisous
Hola Contrapunto, a mí las gaviotas me lo han recordado, ese vuelo extraño que hacen de vez en cuando. Un libro que sin duda marcó una época.
ResponderEliminarUn beso
Como dices Teresa combinar libertad con responsabilidad, sería una de las claves del vuelo para que esto fuera fructífero. Lo malo es que a veces solo volamos a medias.
ResponderEliminarUn beso
Jaja Madame le encanta la obra pero sin gaviotas. Podría volar cualquier cosa.
ResponderEliminarMenos mal que a mi me pillan algo lejos de casa. Ni las veo ni las oigo, seguramente por eso me gustan y porque adoro el mar. Son una bella estampa.
Como las palomas Madame que hasta que te lo ponen todo perdido les tiras pan y te embelezas con ellas. Luego las matarías
Bisous
¡Bravo, Katy! ¡Dos pájaros en uno!
ResponderEliminarNos has hablado de la ciudadanía madrileña de las gaviotas y lo enlazas con un viejo libro de éxito.
Sin querer, esto me recuerda aquellas mofas que hicieron del "Viejo Profesor" cuando quiso poner patos en el Manzanares.
Pués hay patos Francisco aunque no tantos como gaviotas. No es raro ver a los niños y algunos no menos niños como abueletes echándoles pan desde una de las pasarelas. Igual me has dado una idea. Debo de tener algunas fotos:)
ResponderEliminarMe imagino que terminarán trayendo hasta truchas cuando esté todo terminado.
Un beso
Ya sé que hay patos y otras vidas animales, pero me refería a que precisamente los que ahora hacen todo por un río lleno de vida, son quienes criticaron a Tierno Galván por aquellos primeros patos.
ResponderEliminarYa veo que muchos de tus seguidores hemos leído el libro.
ResponderEliminarPara mi ha sido una agradeble sorpresa rememorarlo.
Un abrazo.
Así es, pero entonces no había túneles, ni márgenes, solo autovias y coches. El rio quedaba lejos para todos los madrileños.
ResponderEliminarSiete Kms. saneados son muchos km. El proyecto de Tierno no prosperó a pesar de instalar una caseta de patos en la zona Norte que terminaron mal porque el agua estaba muy contaminada.
Pero ya sabes las ideas no son de nadie, sino de quien las recoge y las saca adelante, aunque sea empeñando hasta a los biznietos.
Un beso
Hola Javier me alegro que tantos lo hayáis leído. A mi me vino a la cabeza al ver tanta gaviota volando. Y el libro que les regalé a los padres de niños lo tienen mis nietos actualmente.
ResponderEliminarUn abrazo y buena semana
Hola reportera Katy: al final va a resultar que en Madrid hay playa. Me ha encantado la belleza del reportaje y me quedo con la frase:"Tenemos que rechazar todo lo que nos limite". Recuerdo que mi hijo de chaval estampaba frases en camisetas que luego vendía o intentaba vender, una de ellas que tuvo cierto éxito decía: ¿El límite, qué limite?
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Rafa, tenia razón la frase de tu hijo. El límite lo ponemos nosotros consciente o inconscientemente. Tener valor tampoco es algo muy común. Casi todos pecamos de prudentes y no nos gusta el riesgo (hablo de mi)
ResponderEliminarUn abrazo