"La mejor herencia que se le puede dar a un niño para que pueda hacer su propio camino, es permitir que camine por sí mismo." Isadora Duncan

"Estoy convencido que uno de los tesoros que guardan los años es la dicha de ser abuelo"
Abel Pérez Rojas

"No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela." Albert Einstein

Forman parte de la orquesta

sábado, 17 de enero de 2009

Locoloco y el cubo de leche ( II)

Ya nos lo habíamos imaginado. Locoloco era un gusano sumamente curioso, y esto le traía muchos disgustos, sustos y alegrías también. Iba creciendo de prisa y sabía muchas cosas del mundo que le rodeaba. Sus papas especialmente su madre siempre estaba preocupada por el. Tenía miedo a que le pasara algo.
Estaban en Otoño, era el mes de Octubre. La mañana amaneció fresquita pero el sol brillaba radiante y el cielo lucia un azul luminoso.
Un día espléndido y Locoloco no estaba dispuesto a aburrirse comiendo manzanas.
Asi se lo dijo a su madre: “Mami voy a dar un vuelta por la huerta, a ver que tal van madurando lo queda de los tomates y calabacines. Bien hijito, a ver si eres capaz de no meterte en ningún lío hoy. No te preocupes mami,tendré cuidado. Hasta luego y no te preocupes.
Su amiga Gusi se había ido a pasar el día con sus tíos a otra huerta cercana y no tenia con quien jugar. Así que sin pensárselo dos veces se dejó caer en una hoja sobre unos arbustos cercanos., y cosiguió aterrizar con acierto. ¡Está vez no había caido boca abajo!

Esto si que es chulo, pensó. Se acordó de su amiga Dori la Mariposa. ¿Dónde andaría? Que pena que se hubiera ido, porque seguro que se le habría ocurrido algo divertido, para hacer hoy., y pensándolo bien, a él también. Iría a la granja que estaba cerca de la huerta. Estaba llena de animales y a él le encantaban las vaquitas... Se acercaría por ahí a ver como las ordeñaban, será divertido oirla mugir. Aprovechó que en ese momento salía de la granja un tractor que iba para allá, se subiria y así no tendría que ir trepando de árbol en árbol, y logragría su objetivo sin apenas hacer ningún esfuerzo.
Se subió de un salto y huy huy huy por poco resbala pero al fin se acomodó debajo del asiento del conductor. Se cruzaron con un rebaño de ovejas y el tractor se detuvo pero al poco tiempo continuaron su camino y en nada ya estaban en la granja.
Salió de su escondite y se deslizó suavemente por las gruesas ruedas del tarctor.
Manuel hacia todos los dias este camino para comprar leche. Cogía su par de enormes cubos y desaparecia tras la gran puerta de madera....Mientras Locoloco trepaba deprisa por unas de las columnas de la granja hasta la viga que sujetaba el tejado. Desde allí veía con todo detalle como ordeñaban las vaquitas que estaban ya en fila esperando cada uno su turno turno.
Que destreza tenían las manos del granjero que las ordeñaba. Saludo al recién llegado y le dijo que todavía tenía que esperar un poco para llevarse la leche calentita.
De pronto tras la pesada puerta entró Pedrito gritando “Hola Papá buenos días“ Ya me he comido el pan con mantequilla y ahora vengo a por mi ración de leche. Ven hijo ponte aquí. El niño se sentó debajo de la vaca y el padre directamente de una ubre le echaba la frescaleche en la boca. “Que rica está la leche así .” Gracias papa.
Manuel soltó una sonora carcajada y llamó al niño por su nombre: Hola Pedrito, así me gustaría desayunar todos los dias.!!!. Por cierto ¿Te gustaría darte un paseo en el tractor? Hace un dia muy bonito. Esta mi sobrino Luis y despues de ayudarme a coger tomates podéis jugar un rato.
Sii papá me da permiso ire encantado Pués claro hijo que puedes irte con Manuel y de paso me traes unos tomates maduritos de la huerta, y hacemos una ensalada, rica rica para cenar.
Manuel cogió sus dos cubos de leche y los acomodó en el tractor. Locoloco pensó que tendría que darse prisa paravolver con ellos. Mientras Pedrito subia al tractor el se dejó caer por la columna y a duras penas consiguió llegar.. Peo al fin lo logró.
Camino de la huerta estuvo escuchando la conversación de Manuel y Pedrito y sin darse cuenta llegaron sin parar a la granja.
Cuando Locoloco trató de bajar por el asa de uno de los cubos de leche pero cuando se apoyó en el se escurrió y cayo dentro. Oh no moriré ahogado. Mientras intentaba salir, se resbalaba una y otra vez. A su lado oyó una vocecita que le decía: Yo me he caído antes que tu y ya no tengo apenas fuerzas para intentar flotar. Iba cargando un pedazo de pan y como el asa estaba mojada me resbalé como tu y cai . El pan me servia de flotador, pero empezó a hincharse con la leche y acabo desecho ¿Podrías ayudarme?
Locoloco intentaba salir, pero le dio mucha lástima de la pobre hormiguita. “ Anda súbete a mi lomo y agárrate a mis pelillos” Si no me ahogo estarás a salvo. La pobre hormiga así hizo y estaba encantada con su nuevo flotador.
Oyó muy cerca la voz de Pedrito: “Manuel en el cubo de la leche hay una oruga flotando y parece que está viva.“ ¿Qué hago” Manuel le contestó que hiciera lo que le diera gana, el tenía otras cosas que hacer. Ay madre, no solo que no podía salir sino que este niño acabará aplástandome en cualquier sitio de la huerta. Además dice que soy una oruga. Yo soy un gusano de manzanas!!!. Pedrito que era un niño amante de los animales buscó una hoja enorme y un palito. La acercó a Locoloco. A ver oruguita, intenta subirte con cuidado al palito. Lococoloco después de varios intentos consiguió agarrarse al palito y Pedrito lo deposito con la hormiga incluida en la hoja. Le llevó al sol y le dijo: “Aquí estarás bien. A ver si te secas y consigues seguir tu camino. Yo ya no puedo hacer más por ti. Y se fue a descargar los cubos de leche del tractor pàra llevarlos a la casa.
Locoloco le dijo a la hormiga: “Estamos salvados” Menos mal que nos ha encontrado este niño antes de que nos ahogáramos los dos. He visto muchas moscas caer en los cubos de leche y ahogarse. Se les mojan las alas, no pueden volar. Además nadie salva a una mosca. Ni a una hormiga dijo Miga con su vocecita. Seguiré mi camino para encontrar el hormiguero antes de que se haga de noche. Gracias oruga o lo que seas. Soy un gusano dijo orgulloso Locoloco. Vivo en ese gran árbol de manzanas, y me alegra que te haya podido ayudar. Seguro que algún día nos veremos de nuevo. Adiós y cuidate.
Locoloco estaba muy cansado. Cuando estuvo seco se arrastró a su árbol. Le estaban esperando. Tenía hambre y ganas de dormir.
Locoloco “¿ En que lío te has metido esta vez? Dijo su madre con voz enfadada. Has tardado mucho en volver a casa." No me metí en ningún lío. Tuve un accidente. Relato a su madre aún asustado lo ocurrido. "Eres muy curioso le reprendió su mamá y no acabas de darte cuenta de los peligros que corres. Otra vez te has ido sin nuestro permiso de la huerta. Te quedarás castigado sin bajar toda la semana!!!!! "Jo protestó Locoloco….. Pero een el fondo le daba igual. Estaba encantado de estar en su casita junto a su familia. Iba a dormir muy a gustito. Se acurrucó en una hoja suave después de comerse un buen trozo de manzana, y mientras contaba las estrellas se durmió placidamente después de día tan movidito.

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“EL TIEMPO QUE PERDISTE POR TU ROSA HACE QUE TU ROSA SEA TAN IMPORTANTE”. Saint-Exupéry

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