Urgencias

Hoy he publicado en mi otro blog la poesía de Mario Benedetti que me rondaba estos días en la cabeza. En mi día a día se han trastocado todos los planes y el fin de semana ha ido al traste, algo que no me ha hecho precisamente feliz , que unido al bombardeo de noticias sobre Haití, me han hecho evocar las palabras de ese gran poeta que fue Benedetti en su poema "No te rindas"
Padezco un asma bronquial leve, que se agravó por un brote vírico. Este fue el diagnóstico después de las radiografías y tratamiento con inhaladores.
Mientras estaba en sala de espera de urgencias con fiebre y malestar tenían una televisión, que no hacia más que hablar de la tragedia de Haití. Yo no veía las imágenes porque estaba justo debajo de ella. Mientras escuchaba pude observar las caras de los otros enfermos que compartían la sala conmigo y estaban de frente a ella. Pude deducir por los gestos de quienes nos encontrábamos allí, que nos sentíamos afortunados de tener dónde sentarnos al calor de una sala, (que tantas veces me había parecido fría e impersonal) y de un médico que me preguntase amablemente ¿Qué le ocurre señora?
Pensé en como cambia la vida en segundos y que el dolor no es propiedad privada. Pensé en los muertos, en los heridos tirados por doquier sin medicinas, si agua, sin perspectivas…
“No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros
y destapar el cielo.”
Cuantos sueños e ilusiones rotas, muerte y dolor. Tendrán que luchar para seguir adelante y buscarle un sentido a la vida, y trabajar duro para salir adelante.
Mientras estuve tumbada en la camilla en un Box, las imágenes cambiaron y me vinieron los relatos de otros escombros, exilios y muerte. La de los bombardeos de la II guerra mundial, mientras mi padres luchaban por sobrevivir con una criatura en brazos, y para mas INRI asmática. Las imágenes se sucedían y se entremezclaban.
Cuanto tuvieron que luchar todas esta personas para sobrevivir , como lo tendrán que hacer en Haití. Este desastre no fue causado por los hombres, no fueron bombardeos han sido las fuerzas de la naturaleza que no se pueden controlar y sacuden dónde menos te los esperas. Ahora el mundo tiene una razón para tender las manos, para darse cuenta que vamos en una misma nave. Y que el dolor de unos es forzosamente el dolor de todos.

"No te rindas, por favor no cedas,

Aunque el frío queme,

aunque el miedo muerda,

aunque el sol se esconda,

y se calle el viento,

aún hay fuego en tu alma

aún hay vida en tus sueños".