Por poco morimos espachurrados. Solo yo puedo a mis años tener estas ideas felices y vaya si las tuve. Una noche loca de fin de año.
Este año por segunda vez nos libramos de compromisos familiares y me dejé llevar por el deseo impetuoso de hace algo diferente. Los hijos con sus respectivas familias políticas nos dejaban libres para irnos de marcha, bajo la advertencia de “Estáis locos, os van a machacar” Y yo anda que os da envidia que los abuelos se vayan de marcha.
Mi primer año de casada celebramos las campanadas en Sol con mi hermana y mi cuñado. Guardaba esas imágenes porque fueron estupendas. Pudimos movernos a nuestro antojo y disfrutar de cada momento.
Así que le dije a mi marido venga este año nos vamos a Sol. El día antes habíamos estado con los niños por el Centro y pasamos por Gran Vía, Callao, la Puerta del Sol, Plaza mayor y nos mojamos todo lo que quisimos.
Total que a las once cogimos el Metro y no había nadie. Y digo nadie es que nadie. Hasta pensamos que íbamos a estar en familia.
Bajamos en Callao porque Sol estaba cerrado y poco a poco nos fuimos incorporando a la muchedumbre que bajaba primero algo fluido y pensado que el acceso se hacía difícil por los controles de la policía.
Pasado el embudo era peor ya a rastras y empujones conseguimos llegar hasta el Corte Ingles dónde agobiada me apalanqué contra uno de los escaparates en compañía de un caballo que me contemplaba con pena
Apreturas todas. Apenas con esfuerzo conseguí sacar la cámara y hacer unas fotos del reloj a unas cuantas millas que parecía una esfera sin manillas. Y la bola, pues ahí estaba esperando iniciar su habitual descenso. Al final solo se oían gritos y como pudimos nos tomamos las uvas (yo todas juntas y supusimos que ya era año nuevo porque se ilumino la estrella en verde que lo anunciaba
Aun quedaba lo peor, el descenso hacia Sol para iniciar una retirada que prometía. No hacía falta andar, directamente te llevaban, y lo peor la muchedumbre que subía intentando acceder a Callao. O sea viaje a ninguna parte entres latas, botes, guantes, disfraces y la calle resbaladiza regada por champán cerveza que no sabemos como legaron, burlando a la poli que solo debió mirar nuestra bolsa con 24 tristes uvas un paraguas.
Se oía más lengua extranjera y algunos padres protegían a sus niños contra las paredes de los grandes almacenes dónde al final yo también me quedé aplastada una vez más por angustia vital y homofobia y todas las demás fobias que se os puedan ocurrir.
Había hasta cochecitos de niños y una señora en italiano gritaba “Mio bambini” para que le hicieras un sitio para protegerle de una asfixia imaginaria.
Fuimos andando a casa por la Calle Mayor, y nos dimos el gusto de pasear por la Plaza casi desierta cómo el día anterior y llenar nuestros pulmones agostados de aire fresco.
Ahora nos toca aguantar las tomaduras de pelo por unos días de los hijos:
“Qué,os vimos en la tele” “Seguro que ni visteis el Reloj” "Ya os lo advertimos"...
Al final bien está lo que bien acaba y encantados de haber hecho la experiencia. Eso si que no nos esperen más, con lo bien que se está en casa calentito escuchando las campanadas por la tele.
Al final bien está lo que bien acaba y encantados de haber hecho la experiencia. Eso si que no nos esperen más, con lo bien que se está en casa calentito escuchando las campanadas por la tele.
Ay, madame, que agobio. Solo a una señora italiana se le ocurre estar en esa fecha, a esa hora y en ese lugar con un cochecito de niño. Aterrador!
ResponderEliminarFeliz dia
Bisous
Pues si Madame y no era la única. había muchos niños. Desde luego pienso que todo el mundo pensó lo mismo. Que seríamos pocos jiji.
ResponderEliminarBisous
Así es Ana, pero las experiencias son experiencias si de la primera conservaba unaos bellos recuerdos (en blanco y negro jaja) de esta me quedo con la experiencia de los años. Si hubiera tenido los mismos seguro que miraría con otros ojos.
ResponderEliminarUn beso
Pero como hay muchos Vicentes que van donde van las gentes, he pasado un rato delicioso "viéndote"
ResponderEliminar¡Gracias por sobrevivir! jajajajaaaa
Un abrazo suave para ese cuerpo agobiado.
En los muchos años que pasé en Madrid no se me ocurrió nunca asistir a las campanadas de Sol, pero hoy me arrepiento de no haber cometido nunca la "locura". Te felicito.
ResponderEliminarPues si Pilar es de risa, yo misma cuando lo escribí me reí a mandibula batiente. Solo hubo dos momentos de pánico todo un record para lo pudo haber sido. Pero que conste que no nos arrepentimos aunque seamos motivo de guasa para los hijos:)Al menos salimps de marcha jajaja
ResponderEliminarUn beso y gracias por ese cálido abrazo
Pus claro Francisco que te lo perdistes. Es bueno valorar de vez en cuando el aire que respiramos, solo nos damos cuenta de lo que vale en situaciones extremas com esta:)
ResponderEliminarPero de haberlo sabido te aseguro que me lo habría pensado:)
Un beso
Bueno, Katy, pero ya no hace falta que nadie te lo cuente. Si todos disfrutásemos con lo mismo sería un gran problema.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Katy:
ResponderEliminarCada edad tiene sus alicientes, sus posibilidades y sus limitaciones. Esta "aventura" corresponde a otra edad y además estoy seguro de que la experiencia hubiese sido contada con aires de euforia.
De todas las formas, la eventura es la aventura, así que aplaudo la experiencia.
Un abrazo.
Vaya lindo reportaje, tanto fotográfico como escrito. Estoy convencida de que eres muy tirada hacia adelante. Yo jamás me hubiera metido en ese mogollón.
ResponderEliminarMi admiración por tu osadía.
Gracias por esas bonitas imágenes.
Un besito
Bueno Felipe, ciertamente creo que este año se batió el record de asistencia. Y como digo al final de mi post encantada de haberlo hecho. Casi le temo más a las bromas de los hijos que al mogollón. Y desde luego que no me lo cuenten... que me lo sé todo:)
ResponderEliminarUn abrazo
Jeje Javier, no creo que solo fuera cosa de la edad, un gentío es un gentío. Había gente jóven con el mismo pánico y alguna chavala se cayó y otros optarón corriente arriba.Pero pude comprobar que la gente es respetuosa y educada, pero allí no cabía ni un alfiler. Luego si se podía ir dando saltos. Pero ya no tenía gracia.
ResponderEliminarA pesar de todo estos pequeños incon¡venientes nos alegramos de haber ido:)
Un abrazo
Hola Candi yo tengo fobia al gentío. En los cines lo primero que busco es la salida de emergencia porsi...
ResponderEliminarLa verdad que nos desbordo un par de veces. Me hacía ilusión repetir la experiencia pero nada que ver.
Gracias y me alegro que te gustaran las fotos jajaja , casi no veo ni el reloj. Pero ahora me parece que fue divertido.
Gracias a ti por tus palabras.
Un beso y feliz 2011, que seguro lo será
Katy, eso es señal de que tienes un éspiritu joven y aventurero, ahora puedes decir que lo has vivido en vivo y no a traves del tv como yo y sin poder acabar las uvas.
ResponderEliminar¡¡ Feliz 2011!!
Pues me anima tu comentario. espíritu no me falta pero esto superó todas la previsiones. Un besote grandote, y toda la felicidad para ti también
ResponderEliminarVerdadera aventura Katy. Siempre quise conocer a alguien que estuviera en Sol en Fin de Año...Se ha cumplido mi deseo, y además con los detalles que cuentas pues como si hubiera ido yo también y que me lo has evitado. Felicidades y besos
ResponderEliminarJajaj Teresa, pues si. Dicen que nunca segundas partes fueron buenas y yo con esta aventura no he mejorado la primera vez.
ResponderEliminarPero me alegro de haberlo constado yo misma.
No es lo mismo ver en la tele la muchedumbre celebrando con alegría, que metidos en el follon, te pisen, te estujen, y achuchen gente que no conoces.
Un beso
Que aventurera eres Katy, no te pierdes una jeje.
ResponderEliminarPienso que por "una vez" hiciste bien en ir a tomar las uvas en vivo y directo, pero para el próximo año, como dices, mejor en el sofás de casa.
Buenas fotos (te estas haciendo una profesional) me ha gustado el reportaje que hiciste.
Que esas uvas que te tomaste tan achucha entre el bullicio de la gente, te den mucha suerte.
Un abrazo y que los reyes te traigan muchas cosas, se que has sido muyyyyy buena.
Hola Luisa si que tengo espíritu aventurero pero luego soy una "miedica" para después estar contenta con lo que he hecho. Supongo que cada cual tiene una forma de ser. Pero eso si, ya no repito como no sea en un balcón de invitados. Como eso no puede ser, lo haré encantada desde el sofá de casa. Y tan achucha las uvas, no me acuerdo ni como las tomé:)
ResponderEliminarUn beso y feliz noche de Reyes