El Halcón del Rey
Cuenta la leyenda que el rey de una lejana comarca un buen día recibió en obsequio dos pequeños halcones y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenase.
Al cabo de algunos meses,el rey pidió informe al maestro cetrero acerca del entrenamiento de las valiosas aves. El maestro le informó que uno de los halcones respondía perfectamente al entrenamiento, pero que el otro no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día de su llegada.
El rey mandó llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacer volar al ave.
Entonces decidió encargar la misión a miembros de la corte, pero nada sucedió….
En un acto de desesperación,el rey decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una jugosa recompensa a la persona que hiciera volar al halcón.
A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente frente a las ventanas de su palacio. El rey le dijo a su corte:
-“Traedme al autor de este milagro”.
Su corte rápidamente le presentó a un campesino.
El rey le preguntó:
- ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres acaso mago?
Intimidado, el campesino le dijo al rey:
-No fue magia ni ciencia, mi Señor, sólo corté la rama y el halcón voló.Se dio cuenta que tenía alas y empezó a volar.
Las crónicas narran que desde entonces el halcón voló libre y sin restricción alguna y el rey simplemente disfrutaba de su vuelo…
…y tú, ¿a qué estás aferrado que te impide volar? ¿qué es eso de lo que no te puedes soltar? Estría bien que evaluáramos lo que nos ata, nuestros miedos y temores, a lo que nos aferramos. lo que no queremos soltar...
Vivimos dentro de una zona de comodidad donde nos movemos y creemos que eso es lo único que existe. Dentro de esa zona está todo lo que sabemos y todo lo que creemos.
Convivimos con nuestros valores, nuestros miedos y nuestras limitaciones. En esa zona reina nuestro pasado y nuestra historia. Tenemos sueños, queremos resultados, buscamos oportunidades, pero no siempre estamos dispuestos a correr riesgos… ni dispuestos a transitar caminos difíciles.
Pensamientos y valores dedicados a mis nietos “El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante”. (Saint-Exupéry) Ellos son mis más hermosas rosas
"La mejor herencia que se le puede dar a un niño para que pueda hacer su propio camino, es permitir que camine por sí mismo." Isadora Duncan
"Estoy convencido que uno de los tesoros que guardan los años es la dicha de ser abuelo"
Abel Pérez Rojas
Abel Pérez Rojas
"No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela." Albert Einstein
Forman parte de la orquesta
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Hola Katy:
ResponderEliminarMe conformo con breves vuelos rasantes, porque ir más lejos me da mucho vértigo.
Un abrazo.
Así es, madame: lo que nos ata tantas veces es el miedo, nuestro peor enemigo, el que nos impide vivir. Hay que aprender a distinguirlo de la prudencia de la que a veces se disfraza.
ResponderEliminarMadame, ya recibimos el capitulo 7 y la condesa de Giroflée está con el octavo. No puede faltar ya mucho para que sea su turno :)
Buenas noches
Bisous
Muy buena tu reflexión Javier. Algo es algo. Yo también tengo vértigo. pero no me gusta quedarme inmóvil viendo como el parte del mundo se mueve.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo, como Javier, me conformo con el vuelo rasante aunque creo que me están creciendo las alas.
ResponderEliminarFeliz año Katy.
Pd por cierto que agobio me dió tu anterior entrada qué de gente¡¡¡
Un beso
Mensaje recibido Madame. Espero hacerlo medianamente bien y estar al menos a la altura hablando de vuelos y miedos.
ResponderEliminarBuena distinción entre prudencia y miedo. El miedo es paralizante, y la prudencia anda despacito pero se mueve.
Bisous
Hola Fernando me alegro de tu aterrizaje. La prudencia es buena consejera. Eso de la anterior entrada fue volar a pleno vuelo, casi casi iba en volandas jajaja.
ResponderEliminarNo suelo hacer esas cosas. No soy nada temeraria.
Un beso
Yo vivo aferrado a una muleta, satisfecho de haber haber perdido la otra y vuelo cuando escribo y cuando te leo.
ResponderEliminarHola Francisco, yo el volar no lo intrepreto literalmente, también se puede volar con los estupefacientes. Más bien creo que es atreverse a perseguir nuestros ideales. Tu lees y escribes y lo haces muy bien, otros pintan, y cada cual es libre de decidir hacer aquello que le gusta.
ResponderEliminarConozco demasiada gente por desgracia que no se desprendió de la rama en ningún momento de la vida, es más les ha molestado que otros lo hicieran.
Un beso
VUELA...VUELA...
ResponderEliminarNo te arrepentiras, tendras un día una vida de ensueños hermosos para compartir!!!!!
Cariños
Abu un comentario breve pero denso, Gracias.
ResponderEliminarUn beso
Hola Katy,
ResponderEliminarhay que aprender a volar, primero de rama en rama y luego emprender el vuelo para alcanzar nuestro destino, pero sin perder la vista de la pista de aterrizaje.
Un beso y buen vuelo
Lo de no perder de vista la pista de aterrizaje es un buen cosejo, igual volar demasiado tiempo tan alto cansa y agobia. Depende de lo que queramos cuando, como, y del tiempo que disponemos. Realmente estoy en el término medio. Voy de rama en rama, porque lo de volar alto solo lo hago de vez en cuando.
ResponderEliminarUn beso Contrapunto
Es verdad nos aferramos al igual que el alcón y tenemos mucho miedo a lo desconocido.
ResponderEliminarUn beso Katy
Yo también lo creo así Josefina. Hacemos bueno el refrán de:
ResponderEliminar"Mas vale lo malo conocido que lo bueno por conocer" El arriesgar yo también lo encuentro bastante difícil.
Un beso para ti también
Es cierto Katy, seguimos conectadas, me encantó el relato y el mensaje, también me gustan las imágenes que seleccionaste :). Cuando por fin nos decidimos y emprendemos el vuelo, lo que sentimos es muy placentero, es algo extraño...claro allí está nuestro crecimiento y madurez y todo cambio tiene su tiempo y su proceso; un abrazo,
ResponderEliminarCarmen
Gracias Carmen por pasarte. Estamos en sintonía, cuando vi tu post pensé que era el mismo. Curioso:)
ResponderEliminar"todo cambio tiene su tiempo y su proceso" com bien dices y nadie puede acelerarlo ni atrasarlo.
Un beso
Hay que volar de forma distinta a medida que uno cambia de edad-rama. Quien asuma la inmovilidad como rutina se encuentra sin querer en un mundo oscuro. Volemos a nuestro aire, cada cual el suyo.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, Lo importante no es la altura si no el despegar. Como bien dices, cada uno a su manera.
ResponderEliminarUn beso Teresa y buena noche de Reyes
Linda Katy, me he cortado solita la rama y estoy volando en medio de un paisaje incierto, sin embargo,sin miedo. La adaptación, el acomodo,la comodidad... cortan las alas y,paradojalmente, todo aquello que hacemos para retener,para mantener, para no perder...(el miedo) puede transformarse en vacío y soledad.
ResponderEliminarGracias por acudir a mi llamada de emergencia.
Mi afecto de siempre para ti!
Hola Eva, nadie dijo que volar sea fácil. Como dices es más fácil quedarse en la rama de lo conocido y de la comodidad. Eres sin duda una mujer llamativamente valiente. Te has lanzado a volar y seguramente tu aterrizaje será feliz, y soibre todo enriquecedor una vez más. Enhorabuena por tu coraje,
ResponderEliminarUn beso
Yo no vuelo porque no tengo alas. Pero doy buenos saltos. Oteas el horizonte y vuelves a afianzarte
ResponderEliminarcon seguridad para volver a iniciar un nuevo salto que te permita ver más lejos.
Tampoco es mal ejercicio.
Un saludo
Hola Felipe, cadauno hace lo que puede. Lo importente creo yo, es no caer en el inmovilismo y en la inercia de no movernos.
ResponderEliminarUn abrazo