Un empresario agricultor, de poco estudio, participaba todos los años de la principal feria de agricultura de su ciudad.
Lo más extraordinario es que él siempre ganaba, año tras año, el trofeo: MAÍZ DEL AÑO.
Entraba con su maíz en la feria y salía con la faja azul recubriendo su pecho.
Su maíz era cada vez mejor.
En una ocasión de esas, un reportero de TV abordó al agricultor después de la tradicional colocación de la faja de campeón!
Él quedó muy intrigado con la revelación del agricultor, de como acostumbraba cultivar su calificado y valioso producto. El reportero descubrió que el agricultor compartía buena parte de las mejores semillas de su plantación de maíz con sus vecinos.
- ¿Cómo puede usted compartir sus mejores semillas con sus vecinos, cuando ellos están compitiendo directamente con usted?
El agricultor respondió:
- ¿Usted no sabe? Es simple!
El viento recoge el polen del maíz maduro y lo lleva de campo en campo.
Si mis vecinos cultivaran maíz inferior al mío, la polinización degradaría continuamente la calidad de mi maíz.
Si yo quiero cultivar maíz bueno, tengo que ayudarlos a cultivar el mejor maíz, cediendo a ellos las mejores semillas.
MORALEJA:
Aquellos que escogen estar en paz, deben hacer que sus vecinos estén en paz.
Aquellos que quieren vivir bien, tienen que ayudar a los otros para que vivan bien.
Aquellos que quieren ser felices, tienen que ayudar a los otros a encontrar la felicidad, pues el bienestar de cada uno está ligado al bienestar de todos.
¿Ahora entiendes que todos somos importantes unos para otros y que para vivir bien, dependemos unos de los otros?
Espero que también consigas ayudar a tus vecinos a cultivar cada vez más las mejores semillas, los mejores maíces y las mejores amistades.
Para tratar contigo mismo, usa la cabeza”
“Para tratar con los otros, usa el corazón”
Hola Katy!! Es verdad amiga, uno no puede ser feliz si los que te rodean están mal, ni disfrutar de la abundancia si tu vecino pasa hambre. La solidaridad es lo que puede salvar al ser humano de su propia destrucción.
ResponderEliminarFeliz fin de semana!!
Besosssssss
Hola Gabriela me ha gustado este relatoi porque yo siempre pongo el ejemplo de la despensa llena. Si tengo mi despensa llena y las¡ de mis vecinos está vacía ¿Cuanto durará la mía sin que la toquen?
ResponderEliminarLa solidaridad además la que nos hace humanos
Besos y buen finde
Asi es Katy, cuanto más das, más recibes, y si lo que das es bueno lo recibirás de vuelta con creces. La solidaridad debe ser una actitud y no una cuestión de momentos.
ResponderEliminarUn beso y Feliz fin de semana.
Buena lección, inteligente.
ResponderEliminarPara poder estar bien, tenemos que procurar que los demás también lo estén. Y además compartir.
Buen finde.
Besos
Hola Fernando ser solidarios no es ningún mérito. Si nuestra especie sobrevivió fue gracias a esta actitud. estamos aqui y ahora y b¡no somos seres ailados. Dependemos los unos de los otros.
ResponderEliminarUn beso y buen finde
Hola Candi, si yo etoy bien, tu estás bien, y si los demás están bien todos estamos bién. Esta es algo lógico. Por eso me cuesta entender tantas actitudes insolidarias que se dan en el mundo.
ResponderEliminarBesos
Me ha gustado mucho el texto, y tu ejemplo de la despensa. somos como una colonia de hormiguitas, todas conectadas entre si.
ResponderEliminarMe quedo con el final, que me ha encantado: Para tratar contigo mismo, usa la cabeza”
“Para tratar con los otros, usa el corazón”
Que tengas buen finde. Besos.
Hola Nikkita es una alegría que te haya gustado mi ejemplo. Siempre lo he dicho desde muy jóven. Yo nunca haría esto, lo repartiría equitativamente, a sabiendas que la mía no iba durar nada en estas condiciones. Si al final el ser insolidario al que te perjudica es a ti mismo.
ResponderEliminarBesos y que tengas un finde genial también
Besos
Me ha encantado esta entrada, disfruto mucho con este tipo de historias (bueno, ya lo sabes).
ResponderEliminarCada uno de nosotros llevamos un cachito de los que nos quieren o rodean, por eso siempre hay que dar lo mejor de uno mismo para luego poder recoger cachitos buenos para nuestro corazón. En la actualidad hay demasiado egoísmo, y el ir con el corazón en lugar de con la cabeza es un poco arriesgarse a que te hagan daño, aunque tampoco puedes cerrarte porque puedes dejar pasar cosas importantes.
Un abrazo
Hola Gata
ResponderEliminar"En la actualidad hay demasiado egoísmo, y el ir con el corazón en lugar de con la cabeza es un poco arriesgarse a que te hagan daño",
Efectivamente pero hay una palabra que cuadra "prudencia" que no cerrazón, lo cual no quita la solidaridad.
Un beso, has dejado mucho de ti en esta comentario.
que hermosa reflexión!!! la virtud más importante para mí es la generosidad sinónimo de fecundo, gracias por compartir estas lindas historias y gracias por tomarte tiempito para visitarme, te quiero mucho amiga!
ResponderEliminar=)
Hola Carolina ade más que me gustan tus trabajos y se que no dispones de tiempo, eres una persona sumamente cariños y cercana. ¿Cómo no visitarte?
ResponderEliminarBesos
Amiga Katy, eres grande por dentro y por fuera; no importa el tamaño de tu cuerpo; lo tuyo es otra grandeza, otra madera.
ResponderEliminar¿Te queda tiempo para dormir?, así se es grande, como y cuando quiera.
Un abrazo amiga, seguiré tus pasos por si algo de tu pólen, se me pega.
Amiga, seguiré tu sombra, y andaré con ella.
Jecego.
Hola Jesús eres poeta hasta en tus comentarios. Inteligente y fina ironia. Apenas duermo jaja. La gente mayor que no vieja eh, necesita menos tiempo para obtener el descanso merecido.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
P.D. Nos seguiremos...
Hola Katy:
ResponderEliminarConocía esta fábula. Siempre me he identificado con ella. Ocultar tus conocimientos y tu sabiduría te da el placer momentaneo de la exclusividad, pero la realidad es que finalmente todos ganamos más compartiendo.
Al menos esta es mi experiencia.
Un abrazo.
Hola Javier, es como tu dices, además de egoísmo dbe ser muy aburrido. El pan compartido es mucho más agradable y a la larga produce más felicidad y nos enriquece.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Katy:
ResponderEliminarSí, para ser verdaderamente feliz hay que sentir la felicidad de los demás. En el compartir está el quid de la cuestión.
Un abrazo
Hola Rafa tienes toda la razón, solo hay felicidad cuando damos y nos damos a los demás.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana