Por la tarde el capitán Jack se tropezó sin querer y evitó que una bala le atravesara el pecho. Entonces se giró y ¿a quién encontró? Jacob estaba sujetando un revólver.
Rápidamente Jack cogió su espada y le arrebató la pistola (claro – se dio cuenta -, el signo de la carta era una mancha de Jacob, él era la única persona tan sucia del barco). Jack lo sintió mucho pero Jacob tuvo que ser ahorcado del palo mayor.
Esta vez Jack tenía delante al Acherón, dispuesto a destrozarlo. Gritaron ¡zafarrancho! y empezaron a bombardear y el abordaje.
Alguno de los dos barcos se hundiría. De repente… El Acherón se partió en dos pero no por los disparos.
Un pulpo gigante lo aplastaba y se lo llevaba al fondo del mar. Lo mismo haría con el Halcón.
Un largo tentáculo pasó por encima del Halcón.
Jack gritó desesperadamente, pero no con muchos ánimos.
¡fuego!
Con los disparos de los cañones los tentáculos se rompieron. El pulpo tenía más tentáculos y los puso en el lugar de los que habían sido destruidos.
-¡A los botes salvavidas!
Los botes se fueron y el Halcón fue destrozado por aquella bestia. Desde los botes vieron como el pulpo terminaba con el barco.
Llegaron a puerto inglés, enrolaron más tripulación y sumaron en una flota a un barco llamado Surprise del gobierno inglés y a otras cuatro naves más de apoyo. Zarparon juntos para destruir a aquel pulpo.
Llegaron al sitio donde habían visto a aquella bestia por última vez y ésta reapareció en el mismo lugar.
Empezaron a disparar y la bestia consiguió huir no sin antes hundir a uno de los barcos.
El pulpo se sumergió en el agua y se fue a una tenebrosa isla.
Por arriba se veía una luz azul, entraron por el hueco y después de unas horas…
¡La espada de Excalibur! La tenían, era raro que nadie la vigilara. Sin embargo…
Salió una serpiente de la cueva. Jack pensó qué hacer, cogió la espada y se la clavó al animal.
Pero no era eso todo porque había además una estatua de serpiente con unas letras talladas que decían: “No vengáis aquí”.
De repente una ola de lava empezó a arrasarlo todo.
Cuando se acabó la lava… apareció un ejército de esqueletos por una cueva.
Empezaron una lucha pero no podían con los esqueletos. El jefe de todos apareció en medio, él había manejado al pulpo gigante.
Era un hombre de fuego. Lo único que podía hacer la tripulación era marcharse.
En aquel momento emergió de debajo del agua un barco llamado “Vicary”.
Era el famoso barco que se había hundido en el año 1491. Estaban en 1499, habían pasado ocho años.
Entonces…
Continuará...
Hasta aquí mi aportación. El resto está aún en talleres.
MUCHAS GRACIAS POR HABERME LEÍDO.
Juan
Me encantan los dibujos. De verdad buenísimos.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mi me han gustado mucho. El de los esqueletos es genial. A veces haciendo deberes se le ocurre cada cosa. Siempre está pintando.
EliminarGracias.
Un abrazo
Este nuño es un portento imaginativo y creativo.
ResponderEliminarBesos
Tienen imaginación porque no son adictos a las maquinitas ni a la TV. Son buenos lectores, sacan libros de la biblioteca que les fomenta estas habilidades.
EliminarBss.
Ay, madame, yo me lo como! Ha hecho mis delicias esa fantasía desbordante y esa mancha que delataba a la persona más sucia del barco.
ResponderEliminarMe parece que de veras es usted una abuela afortunada!
Un beso muy fuerte para Juan y feliz domingo para todos.
Bisous
A mi me encantan los esqueletos jajja, y el grito del capitán sin muchos ánimos:-)
EliminarSiempre fue muy gracioso. Tengo que subir un vídeo de el cuando tenía 5 años en los que está jugando con una chica de 7.
Es de hace 5 años pero es para nota, y eso que empecé a grabar con la cámara de fotos cuando llevaban un rato discutiendo.
Gracias madame.
Bisous y buena semana
Que ritmo le ha metido a la historia. Esto si son aventuras ( me ha llamdao la atención lo de excalibur ja ja) y como dice Javier, los dibujos buenísimos.
ResponderEliminarEnhorabuena y sigue así Juan.
Muchas gracias por tu comentario que agradezco porque a el le hace mucha ilusión. Tiene mucha imaginación y no veas como lo mezcla todo.
EliminarBss y buena semana