"La mejor herencia que se le puede dar a un niño para que pueda hacer su propio camino, es permitir que camine por sí mismo." Isadora Duncan

"Estoy convencido que uno de los tesoros que guardan los años es la dicha de ser abuelo"
Abel Pérez Rojas

"No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela." Albert Einstein

Forman parte de la orquesta

domingo, 22 de agosto de 2010

El viejo y la datilera (cuento sufi)

En un oasis escondido entre los más lejanos paisajes del desierto se encontraba el viejo Mohamed de rodillas, al lado de unas palmeras datileras.
Su vecino Hakim, el acaudalado mercader, se detuvo en el oasis para que sus camellos abrevaran y vio a Mohamed sudando mientras parecía escarbar en la arena.
-¿Qué tal, anciano? La paz sea contigo.
-Y contigo- contestó Mohamed sin dejar su tarea.
-¿Qué haces aquí, con este calor y esa pala en las manos?
-Estoy sembrando- contestó el viejo.
-¿Qué siembras aquí, Mohamed?
-Dátiles- respondió Mohamed mientras señalaba el palmar a su alrededor.
-Dátiles- repitió el recién llegado. Y cerró los ojos como quien escucha la mayor estupidez del mundo con comprensión-. El calor te ha dañado el cerebro, querido amigo. Ven, deja esa tarea y vamos a la tienda a beber una copa de licor.
-No, debo terminar la siembra. Luego si quieres, beberemos…
-Dime, amigo. ¿Cuántos años tienes?
-No sé… Sesenta, setenta, ochenta… No sé… Lo he olvidado. Pero eso, ¿que importa?
-Mira amigo. Las datileras tardan más de cincuenta años en crecer, y sólo cuando se convierten en palmeras adultas están en condiciones de dar frutos. Yo no te estoy deseando el mal, y lo sabes. Ojalá vivas hasta los ciento un años, pero tú sabes que difícilmente podrás llegar a cosechar algo de lo que hoy estás sembrando. Deja eso y ven conmigo.
-Mira, Hakim. Yo he comido los dátiles que sembró otro, otro que tampoco soñó con comer esos dátiles. Yo siembro hoy para que otros puedan comer mañana los dátiles que estoy plantando… Y aunque sólo fuera en honor de aquel desconocido, vale la pena terminar mi tarea.
-Me has dado una grán lección, Mohamed. Déjame que te pague con una bolsa de monedas esta enseñanza que hoy me has dado- y, diciendo esto, Hakim puso en la mano del viejo una bolsa de cuero.
-Te agradezco tus monedas amigo. Ya ves, a veces pasa esto: tú me pronosticabas que no llegaría a cosechar lo que sembraría. Parecía cierto, y sin embargo, fíjate, todavía no he acabado de sembrar y ya he cosechado una bolsa de monedas y la gratitud de un amigo.

12 comentarios:

  1. Por que a mi no me pasarán esas cosas, madame? jeje. Bueno, dicen que nunca es tarde si la dicha es buena. Esperaré.

    Y también por usted.
    Vuelva pronto!

    Feliz lunes

    Bisous

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  2. Hola Katy:
    Este cuento yo lo conocía, pero nunca está de más recordarlo.
    Un abrazo.

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  3. Jajajaj Madame ni a mi tampoco me regalan bolsas ni cofres...
    Gracias estraré en cuanto solucciones esas cosillas pendientes.
    Bisous

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  4. Efectivamente Javier no está mal recordarlo. Los cuentos sufies son muy populares por la sabiduría que encirerran
    Un abrazo y buena semana

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  5. Igual que Javier, lo conocía y escribí sobre el, pero me parece fantástico, gracias por recordarlo.
    Un beso

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  6. Y... como nos muestra nuestra consabida Dra. Estés, contar un cuento siempre es mucho más que un simple divertimento. Fuente de enseñanzas dichas de modo tal que a una le queda grabado para siempre y se transforma en una habilidad positiva para seguir creciendo. ¿Qué habría sido de nosotros si todos los que han plantado sólo lo hubiesen hecho pensando en el beneficio propio?. Ojalá que algún fruto de mi árbol perviva más allá de los límites de mi cuerpo, esa trascendencia eleva el sentido de la vida humana.
    Abrazos para ti linda Katy!

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  7. Querida Katy!
    Un gusto visitarte y recordadr este cuento que alguna vez lo he leído pero siempre es bueno renovarlo y tenerlo como fuente de inspiración en el día a día.
    Atravieso momentos que me tienen casi alejada de los amigos de la red, pero como esto es algo que me gusta mucho vendré de tanto en tanto, hasta alivianar un poco mis compromisos que me tienen alejada.
    Te dejo un abrazo enorme y que sepas que te recuerdo y te aprecio por miles.
    Muchas bendiciones para ti y tus afectos.

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  8. Conozco a más de una persona que debería leer el cuento y aprender de él.
    Un beso, Katy.

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  9. Hola Fernando los cuentos siempre nos hacen reflexionar. Yo soy una enamorada de los sufies.
    Un abrazo

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  10. Hola Eva, aún ando de aquí para allá y peleándome con los cuentos de nuestra admirada Dra. Estes. Que razón tiene en lo que dice. Los cuentos emanan de una sabiduría de siglos y son una fuente que mana siempre para beber de ella. Me ha encantado tu comentario como siempre. ¡¡¡Tienes un arte!!!!
    Besos amiga

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  11. Hola Marilu, siento tus palabras muy cercanas a mi corazón. Espero que puedas soluccionar esos problemillas que te tiene alejada. Espero que no sean muy complicados de resolver. Tu poesia de hoy me tiene maravillada. No puedes dejar de escribir!!!
    Besos y cuidate.

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  12. Hola Mª Jesús aún estoy dando vueltas pero espero incorporarme un día de estos. Pero hay tanto que hacer. Todos debemos de aprender solo así conseguimos crecer.
    besos y feliz semana

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Bienvenido. Gracias por tus palabras , las disfruto a tope y además aprendo.

“EL TIEMPO QUE PERDISTE POR TU ROSA HACE QUE TU ROSA SEA TAN IMPORTANTE”. Saint-Exupéry

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