Hoy empieza el Adviento para los cristianos. Es el tiempo del Marana-tha (ven Señor), de la espera gozosa del Salvador.
Desde ese momento, cada vez que se acerca la Navidad, muchos hombres y muchas mujeres de todos los rincones de la tierra vuelven a ponerse en camino hacia Dios y a abrir el corazón a sus palabras
¡Ven Señor!, ¡Ven Señor! decimos... pedimos durante este tiempo de Adviento. Pero este Señor, revelado como Padre de toda la humanidad en la persona de su Hijo Jesús, no “viene” para unas simples fiestas (de la Navidad y Año Nuevo), ni para llenarnos de sentimientos para con el “niño Jesús”, ni para animarnos a repartir unos regalos caros o baratos, ni para animarnos a comprar lotería de los “millones”, ni para airear nuestras vestimentas folklóricas... Viene a buscar al ser humano.
Viene a despertarnos en vela para acceder a la luz del día, del amor, de la esperanza, de la verdad, de la justicia, del perdón, de la paz. Estos son los signos con los que nos llega el Señor.
También es una época del año en la que vamos a estar “bombardeados” por la publicidad para comprar todo tipo de cosas, vamos a estar invitados a muchas fiestas. Todo esto puede llegar a hacer que nos olvidemos del verdadero sentido del Adviento. Los hombres desean la paz, aspiran a la justicia y la libertad, sueñan felicidad. Desde siempre. De generación en generación, de año en año, a través de los siglos, se prolongan estos anhelos frecuentemente decepcionados.
Los creyentes debemos esforzarnos por vivir este tiempo litúrgico con profundidad, con el sentido cristiano.
De esta forma viviremos la Navidad del Señor ocupados del Señor de la Navidad
Desde ese momento, cada vez que se acerca la Navidad, muchos hombres y muchas mujeres de todos los rincones de la tierra vuelven a ponerse en camino hacia Dios y a abrir el corazón a sus palabras
¡Ven Señor!, ¡Ven Señor! decimos... pedimos durante este tiempo de Adviento. Pero este Señor, revelado como Padre de toda la humanidad en la persona de su Hijo Jesús, no “viene” para unas simples fiestas (de la Navidad y Año Nuevo), ni para llenarnos de sentimientos para con el “niño Jesús”, ni para animarnos a repartir unos regalos caros o baratos, ni para animarnos a comprar lotería de los “millones”, ni para airear nuestras vestimentas folklóricas... Viene a buscar al ser humano.
Viene a despertarnos en vela para acceder a la luz del día, del amor, de la esperanza, de la verdad, de la justicia, del perdón, de la paz. Estos son los signos con los que nos llega el Señor.
También es una época del año en la que vamos a estar “bombardeados” por la publicidad para comprar todo tipo de cosas, vamos a estar invitados a muchas fiestas. Todo esto puede llegar a hacer que nos olvidemos del verdadero sentido del Adviento. Los hombres desean la paz, aspiran a la justicia y la libertad, sueñan felicidad. Desde siempre. De generación en generación, de año en año, a través de los siglos, se prolongan estos anhelos frecuentemente decepcionados.
Los creyentes debemos esforzarnos por vivir este tiempo litúrgico con profundidad, con el sentido cristiano.
De esta forma viviremos la Navidad del Señor ocupados del Señor de la Navidad
Indícame tus caminos, Señor: enséñame tus sendas.
Que en mi vida se abran caminos de paz y bien,
caminos de justicia y libertad.
Que en mi vida se abran sendas de esperanza,
sendas de igualdad y servicio.
Que en mi vida se abran caminos de paz y bien,
caminos de justicia y libertad.
Que en mi vida se abran sendas de esperanza,
sendas de igualdad y servicio.
Hola katy!! Ahora entiendo lo de la participación en la lotería. Respeto todas ls ideas, yo no me olvido del nacimiento delniño Jesús.
ResponderEliminarBesosssss
ole, ole, totalmente de acuerdo. Superemos todas las prácticasa que no guardan el verdadero sentido de la navidad: suprimámoslas o llevémosnolas a otra época del año. BESOS DE UNA HIJA
ResponderEliminarGracias hija, que no se cual eres!!!. Yo también creo que esta fiesta tiene un sentido cristiano y así ha sido durante siglos. Lo que pasa es que se ha convertido por desgracia en la fiesta del consumismo, y la mayoría de la gente no sabe ni porque se encienden las luces en está época del año.
ResponderEliminarUn beso