A los tremendistas agónicos de la vida no vivida.

Me apetece compartir esta reflexión que nos envió un querido amigo a título personal. Al menos creo que hace pensar y reflexionar sobre tanto catastrofismo que leemos y oímos a diario en los medios de comunicación. Cómo es lógico tocamos estos temas de continuo con la familia y con los amigos.
Cada cual luego que saque sus conclusiones personales


La Evolución es un hecho natural, tanto la evolución de los planetas, como la evolución humana. Cada Planeta es distinto y se sabe que otros planetas han tenido condiciones similares a la de la Tierra y otros, que no conocemos, seguro que las tienen, puesto que el Universo es demasiado grande para el conocimiento humano. Si bien es cierto que la humanidad puede hacer "algo", todo tiene su fin. No por esto hay que ser deterministas e inconformistas, pero no es necesario alarmar y ser tremendistas con la evolución de la Tierra.
Hace 50 años, se decía lo mismo. Muchos, desconocedores de fenómenos extraños y desconocedores de la Física Universal, atribuían hechos a la mano de Dios, como ser divino, perfecto y todopoderoso y veían el final de los tiempos en cualquier fecha tomada al azar de un iluminado desconocido aparecido con tenencia supuesta de dones extranaturales. La Historia ha estado llena de agoreros, ahora está llena de falsos ecologistas que no confían en el poder regenerador de la madre Tierra, sabiendo que todo tiene su límite, su tiempo y que nada es eterno. Hay que esperar cualquier cosa, hay que esperar la desaparición de las cosas, y a algunos millones de seres les tiene que tocar, lo mismo que ha sucedido con miles de millones entes vivientes a lo largo de la vida del planeta Tierra.
La vida sucede a la vida, o la vida sucede a la muerte. Unos mueren y otros nacen; unos desparecen y otros aparecen. Visto desde el punto pragmático de la existencia, todos no podemos vivir en el mismo sitio. Para que unos vivamos, otros tienen que morir. Y todos tenemos derecho a la vida, a la vida natural, es decir, cuando finalice nuestro ciclo, no queramos perpetuarnos como seres inmortales. Piensa que harías con tus padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, los abuelos de nuestros tatarabuelos, ..... Piensa en qué haría la tierra con tanto ser viviente en ella. Eso sí que sería una aberración, pues la Tierra se defiende con la muerte y con la vida, con la paz y con la guerra, con los desastres naturales, con la luz, con el agua, el viento, con el calor, con el frío.
No se trata de dominar la Tierra para la permanencia eterna de cada ser que pasa por ella y que cada uno se considere dios en sí mismo y dominador de la vida.
No seas determinista, no seas conformista, no seas agonista, no seas dominador de la Tierra y sé naturista, pero de los buenos, de los que aceptan los límites lógicos de la vida.
J.I.G.P.