El hombre viejo
Un hombre de 92 años, muy bien vestido, quien cuidaba mucho su apariencia, se está cambiando a una casa de ancianos hoy. Su esposa de 70 años murió y él se vio obligado a dejar su hogar.
Después de esperar varias horas en la recepción, gentilmente sonríe cuando le dicen que su cuarto está listo.Conforme camina lentamente hacia el ascensor, usando su bastón, yo le voy describiendo su cuarto habitación, incluyendo la hoja de papel que sirve como cortina en la ventana.
- «Me gusta mucho», dijo, con el entusiasmo de un niño de 8 años que ha recibido una nueva mascota.
- «Señor, usted aún no ha visto su habitación, espere un momento, ya casi llegamos».
Eso no tiene nada que ver», contesta.
-«La felicidad yo la elijo por adelantado. Si me gusta o no el cuarto no depende del mobiliario o la decoración, sino de cómo yo decido verlo».
-«Ya está decidido en mi mente que me gusta mi cuarto. Es una decisión que tomo cada mañana cuando me levanto».
-« Yo puedo escoger: Puedo pasar mi día en cama enumerando todas las dificultades que tengo con las partes de mi cuerpo que no funcionan bien, o puedo levantarme y dar gracias al cielo por aquellas partes que todavía trabajan bien »
«Cada día es un regalo, y mientras yo pueda abrir mis ojos, me enfocaré en el nuevo día, y todos los recuerdos felices que he construido durante mi vida».
-«La vejez es como una cuenta bancaria: Tú retiras al final lo que has depositado durante toda tu vida.
El hombre sabio
Se cuenta que en el siglo pasado, un turista americano fue a la ciudad de El Cairo, Egipto, con la finalidad de visitar a un famoso sabio.
El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy sencillo y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.
- ¿Dónde están sus muebles? preguntó el turista.
Y el sabio, rápidamente, también preguntó:
- Y dónde están los suyos...?
- ¿Los míos?, se sorprendió el turista. ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!
-Yo también... concluyó el sabio. "La vida en la tierra es solamente temporal... sin embargo, algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente y se olvidan de ser felices".
"El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables."
Después de esperar varias horas en la recepción, gentilmente sonríe cuando le dicen que su cuarto está listo.Conforme camina lentamente hacia el ascensor, usando su bastón, yo le voy describiendo su cuarto habitación, incluyendo la hoja de papel que sirve como cortina en la ventana.
- «Me gusta mucho», dijo, con el entusiasmo de un niño de 8 años que ha recibido una nueva mascota.
- «Señor, usted aún no ha visto su habitación, espere un momento, ya casi llegamos».
Eso no tiene nada que ver», contesta.
-«La felicidad yo la elijo por adelantado. Si me gusta o no el cuarto no depende del mobiliario o la decoración, sino de cómo yo decido verlo».
-«Ya está decidido en mi mente que me gusta mi cuarto. Es una decisión que tomo cada mañana cuando me levanto».
-« Yo puedo escoger: Puedo pasar mi día en cama enumerando todas las dificultades que tengo con las partes de mi cuerpo que no funcionan bien, o puedo levantarme y dar gracias al cielo por aquellas partes que todavía trabajan bien »
«Cada día es un regalo, y mientras yo pueda abrir mis ojos, me enfocaré en el nuevo día, y todos los recuerdos felices que he construido durante mi vida».
-«La vejez es como una cuenta bancaria: Tú retiras al final lo que has depositado durante toda tu vida.
El hombre sabio
Se cuenta que en el siglo pasado, un turista americano fue a la ciudad de El Cairo, Egipto, con la finalidad de visitar a un famoso sabio.
El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy sencillo y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.
- ¿Dónde están sus muebles? preguntó el turista.
Y el sabio, rápidamente, también preguntó:
- Y dónde están los suyos...?
- ¿Los míos?, se sorprendió el turista. ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!
-Yo también... concluyó el sabio. "La vida en la tierra es solamente temporal... sin embargo, algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente y se olvidan de ser felices".
"El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables."
Muy sabia respuesta la del sabio. Y muy buena reflexion el del anciano. Cada uno escoge como quiere vivir y sentir su día.
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