En un lejano y tranquilo pueblecito llamado Valles Verdes se sitúa esta historia. A pesar de ser pequeño en verano aumentaba la población de gente joven y de niños. Julio tenía 6 años y terminado el cole fue a pasar allí las vacaciones con sus padres. El valle tenía grandes praderas verdes a Julio le encantaba corretear detrás de las mariposas y todo lo que se moviera. Sus padres le regalaron un cazamariposas por su cumpleaños y estaba deseando estrenarlo nada más llegar. Su padre era profesor de ciencias naturales y había oído hablar de Valles Verdes como el pueblo de las mariposas, también estaba deseoso a aumentar su colección junto a la de insectos.
Había miles de mariposas de todos los colores y tamaños danzando en las verdes praderas repletas de flores y era maravilloso contemplar ese espectáculo nada más levantarse de la cama. Julio salio corriendo con su cazamariposas al jardín, pero cada vez que estaba por coger una se le escapaba. Terminó agotado y decidió dejarlas tranquilas por un tiempo y entretenerse en una piscina inflable que descansaba entre las flores. Ahí estaba sacando y metiendo agua en cubo cuando una enorme mariposa de color rojo y negro que se poso en el borde la piscina. Era tan bonita que Julio intentó cogerla y cayo de bruces dentro del agua. La mariposa se posó suavemente sobre unas margaritas y parecía observar a Julio, y este no dudó en acercarse una vez más para pillarla y la mariposa parecía jugar con el. Mientras mas corría, más se alejaba y no se dio cuenta que lejos estaba ya del jardín de su casa, en medio de un bosquecillo. No tenia ni idea del tiempo que había estado correteando y decidió volver. Seguía descalzo en bañador y con camiseta que le puso su madre para que no se quemara.
Caminó mucho hasta que oscureció y estaba tan cansado que se tumbó y se quedó dormido. Soñaba que su madre le andaba buscando y estaba llorando cada vez que le llamaba, tanto lloró que sus lágrimas cada vez eran más grandes, lo inundaban todo y se convertían en un hermosos lago, que desembocaba en el mar y en el mar había un barco con enormes velas desplegadas al viento. El estaba de pie en la proa y su madre en la orilla diciéndole adiós. Se iba en busca de un tesoro pero volvería junto a ella de nuevo.
En medio de la noche se desató una gran tormenta, chocaron contra una gran roca, el barco se partió en dos y se hundió en la oscuridad de la noche bajo el agua. Julio se agarro primero a un barril y después nadó con todas sus fuerzas hasta alcanzar tierra. El sol ya estaba en todo su esplendor y Julio se puso inmediatamente investigar el lugar. En la ladera de la montaña encontró un túnel, y siguió andando durante dos días deseando salir. Ya no iba a volver atrás. ¿Y si la gruta no tenía salida? mejor no pensar y seguir. El final del túnel daba a un pradera llena de mariposas rojas y negras, como el que el intentaba cazar y se iba de las manos. Mientras la miraba una vocecita a su lado le pidió socorro, pero el no conseguía encontrar al dueño de la voz. “Aquí, socorro, y descubrió una roca que aplastaba a un pobre caracol, al que inmediatamente salvo de morir aplastado. Le preguntó si le podría indicar el camino de vuelta a su casa, contó el naufragio que sufrió su barco y porque se encontraba en esa pradera después de atravesar el largo túnel. “Sigue caminando, encontrarás un pequeño palacio dónde vive la reina del país de las mariposas en donde te encuentras. Ella igual te puede ayudar a volver” le dijo el caracol agradecido. “El país de las mariposas, si yo creí que no existía tal país” repitió Julio, mientras se dirigía a la dirección que le habían indicado. Todo el camino estaba sembrado se flores y las mariposas trabajaban recogiendo el polen, cultivando flores, recogiendo hojas, quitando insectos. Divisó a lo lejos el palacio que estaba hecho de flores. Jamás había visto algo parecido, y la reina era una gigantesca mariposa roja y negra que le recibió al llegar.
“Se que tu familia es una amante de las mariposas y que a ti es lo que más te gusta, te llevaré yo misma a tu casa, siéntate encima de mi lomo y no tengas miedo” En cuanto Julio se acomodó emprendió vuelo hacia Valles Verdes. Que sensación tan maravilla era la de volar. Volaba muy alto, cada vez más alto…
Le despertó una voz muy conocida y querida que decía:“Mirad, mirad pobrecito mío ahí está acurrucado junto a ese árbol” era su madre que corría a abrazarlo.
“¡Oh mamá me perdí persiguiendo una preciosa mariposa roja y negra!”
“No será está “dijo el padre mostrando la mariposa roja y negra que estaba encima del árbol en donde encontraron a Julio. “La vimos en el jardín y salimos detrás de ella en tu busca hasta llegar aquí dónde se posó en tu pelo”
Con cariño la cogieron y se la llevaron a casa para estudiarla. Julio contó a sus padres el sueño y como la reina mariposa la había traído de vuelta al Valles verdes
¿Sería la misma?
12-9-80
Había miles de mariposas de todos los colores y tamaños danzando en las verdes praderas repletas de flores y era maravilloso contemplar ese espectáculo nada más levantarse de la cama. Julio salio corriendo con su cazamariposas al jardín, pero cada vez que estaba por coger una se le escapaba. Terminó agotado y decidió dejarlas tranquilas por un tiempo y entretenerse en una piscina inflable que descansaba entre las flores. Ahí estaba sacando y metiendo agua en cubo cuando una enorme mariposa de color rojo y negro que se poso en el borde la piscina. Era tan bonita que Julio intentó cogerla y cayo de bruces dentro del agua. La mariposa se posó suavemente sobre unas margaritas y parecía observar a Julio, y este no dudó en acercarse una vez más para pillarla y la mariposa parecía jugar con el. Mientras mas corría, más se alejaba y no se dio cuenta que lejos estaba ya del jardín de su casa, en medio de un bosquecillo. No tenia ni idea del tiempo que había estado correteando y decidió volver. Seguía descalzo en bañador y con camiseta que le puso su madre para que no se quemara.
Caminó mucho hasta que oscureció y estaba tan cansado que se tumbó y se quedó dormido. Soñaba que su madre le andaba buscando y estaba llorando cada vez que le llamaba, tanto lloró que sus lágrimas cada vez eran más grandes, lo inundaban todo y se convertían en un hermosos lago, que desembocaba en el mar y en el mar había un barco con enormes velas desplegadas al viento. El estaba de pie en la proa y su madre en la orilla diciéndole adiós. Se iba en busca de un tesoro pero volvería junto a ella de nuevo.
En medio de la noche se desató una gran tormenta, chocaron contra una gran roca, el barco se partió en dos y se hundió en la oscuridad de la noche bajo el agua. Julio se agarro primero a un barril y después nadó con todas sus fuerzas hasta alcanzar tierra. El sol ya estaba en todo su esplendor y Julio se puso inmediatamente investigar el lugar. En la ladera de la montaña encontró un túnel, y siguió andando durante dos días deseando salir. Ya no iba a volver atrás. ¿Y si la gruta no tenía salida? mejor no pensar y seguir. El final del túnel daba a un pradera llena de mariposas rojas y negras, como el que el intentaba cazar y se iba de las manos. Mientras la miraba una vocecita a su lado le pidió socorro, pero el no conseguía encontrar al dueño de la voz. “Aquí, socorro, y descubrió una roca que aplastaba a un pobre caracol, al que inmediatamente salvo de morir aplastado. Le preguntó si le podría indicar el camino de vuelta a su casa, contó el naufragio que sufrió su barco y porque se encontraba en esa pradera después de atravesar el largo túnel. “Sigue caminando, encontrarás un pequeño palacio dónde vive la reina del país de las mariposas en donde te encuentras. Ella igual te puede ayudar a volver” le dijo el caracol agradecido. “El país de las mariposas, si yo creí que no existía tal país” repitió Julio, mientras se dirigía a la dirección que le habían indicado. Todo el camino estaba sembrado se flores y las mariposas trabajaban recogiendo el polen, cultivando flores, recogiendo hojas, quitando insectos. Divisó a lo lejos el palacio que estaba hecho de flores. Jamás había visto algo parecido, y la reina era una gigantesca mariposa roja y negra que le recibió al llegar.
“Se que tu familia es una amante de las mariposas y que a ti es lo que más te gusta, te llevaré yo misma a tu casa, siéntate encima de mi lomo y no tengas miedo” En cuanto Julio se acomodó emprendió vuelo hacia Valles Verdes. Que sensación tan maravilla era la de volar. Volaba muy alto, cada vez más alto…
Le despertó una voz muy conocida y querida que decía:“Mirad, mirad pobrecito mío ahí está acurrucado junto a ese árbol” era su madre que corría a abrazarlo.
“¡Oh mamá me perdí persiguiendo una preciosa mariposa roja y negra!”
“No será está “dijo el padre mostrando la mariposa roja y negra que estaba encima del árbol en donde encontraron a Julio. “La vimos en el jardín y salimos detrás de ella en tu busca hasta llegar aquí dónde se posó en tu pelo”
Con cariño la cogieron y se la llevaron a casa para estudiarla. Julio contó a sus padres el sueño y como la reina mariposa la había traído de vuelta al Valles verdes
¿Sería la misma?
12-9-80
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Bienvenido. Gracias por tus palabras , las disfruto a tope y además aprendo.