Galerías Piquer en plena calle de Ribera de Curtidores. Albergan alrededor de setenta tiendas, todas ellas de antigüedades, además de varias viviendas.
Independientemente de lo que hemos visto, lo que me más me gusta del Rastro es husmear entre todos estos bártulos y antiguallas que me recuerdan a mi infancia en dónde se guardaba todo, porque todo podía valer.
Mas adelante cuando ya teníamos trastero almacenábamos cosas "por si acaso" y claro que el por si acaso nunca se daba, porque para tener trastos o comprar estas cosas hay que ser un "manitas" como mi padre que lo arreglaba todo.
¿Os imagináis el trabajo de poner estos puestos y recogerlos todos los Domingos y festivos?
Mi mayor admiración y respeto hacia estas gentes trabajadoras que de alguna manera ayudan a paliar la crisis.
Cuadros para todos los gustos
Otro motivo para ir al Rastro es para comprobar el paso del tiempo que allí se ha detenido.
Es otro mundo en el que cada domingo se dan cita cientos de "comerciantes" que ponen a la venta todo lo imaginable, para regocijo de los madrileños y turistas. Pasear al aire libre y después tomar algo en bares de la zona es un buen motivo para salir.
Se necesitaría ir mucho Domingos porque una mañana solo sirve para abrir boca. Con paciencia, tiempo se pueden encontrar cosas útiles y valiosas. Con un poquito de maña, imaginación y ganas de trabajar que se tengan se pueden hacer virguerías
También hay puestos de ropa, verdaderas gangas si se tienen ganas de revolver.
Siguiendo con mi paseo me encontré con este puesto de llaves. De buena gana me habría traído unas cuantas porque hubo un tiempo que las coleccionaba. Luego las regalé.
También hay que saber buscar porque el rastro tiene sus zonas, como por ejemplo este puesto tan llamativo de gomas de todas las clase y colores:
Aquí unos turistas comprando una tela
Para las personas sensibles, también hay lugar para la reflexión. El Rastro es un lugar cargado de historia. Te haces preguntas sobre como serían los dueños de muchos de los objetos de segunda mano. Seguro que hay lugar para la emoción y la nostalgia
Que niñas habrán jugado con estas muñecas o cuantas nunca lo han hecho...
Cuantas veces una dedos marcaron los números para susurrar palabras de amor, hablar con los seres queridos, dar una buena o mala noticia...
Y este angelote de ¿Dónde habrá caído?
Y siempre quedan los bazares, que poco o nada tienen que ver con las tiendas todo a cien ahora todo 1€.
Queda mucho por ver, por mostrar, por pasear...
De momento me sentaré en esta silla que he descubierto:
Una antigua foto del Rastro
Me encanta todo lo que veo en estos sitios. Me compraría un montón de cosas, lo malo es que tengo la casa ya demasiado barroca.
ResponderEliminarEn fin... todo un sufrimiento :)
Buen finde.
Y a mi disfruto husmeando y admirando todo lo que hay. Pero mi casa es ytan pequeña que no me cabe ni un alfiler. Anda que si me traigo el angelote:-)
EliminarUn abrazo y buen finde
Hubo un tiempo en el que iba muchos domingos, pero yo no encontraba de nada>; en cambio mi hermano restauró cosas maravillosas. Lo que conservo es un retrato al pastel que compré porque se parecía a mi abuela y lo atesoro como si fuera ella misma.
ResponderEliminarBesos
Al Rastro se casi siempre pos dos motivos, a curiosear o porque se es un manitas. Mi padre siempre encontraba cosas y mi madre lo propio. Yo es que ni me lo planteo.
EliminarNi soy demasiado manitas, ni tengo tiempo, ni necesito nada porque no me cabe.
Bss
El rastro tiene muchos retales de de la historia y de los sueños de los hombres. A mi particularmente me gustan mucho os puestos y tenderetes de cachivaches antiguos, es un desorden muy inspirador. Besos y feliz semana
ResponderEliminarYa lo creo, a mi me enternece ver todo lo que hay amontonado. Pienso en las ilusiones y tal vez sueños rotos de sus dueños. Por eso si sirve pues pasa de una mano a otra.Siempre que voy me invita a reflexionar.
EliminarBss
¡Madre mía! El rastro debe ser la delicia y el martirio de los coleccionistas empedernidos. No se sabe ni dónde mirar. Bueno, yo sí sé que miraría: ese stand de libros a 2€ que aparece en una de las fotos. Y, claro, las antigüedades, aunque seguro que no serán aptas para todos los bolsillos.
ResponderEliminarUn beso
Pues cien veces que vayas, descubres algo nuevo. A mi me encanta fijarme en los rostros de los vendedores. Algunos ya muy mayores que han pasado la vida entre estos objetos algunos amontonados. Pero el que busca encuentra te lo aseguro.
EliminarHay cosas de valor por supuesto también.
Bss y buena semana
Madre mia que cansada estoy :))!!.
ResponderEliminarDos veces he ido al rastro y me encantó, ademas en domingo en la mañana como hoy. Muchas gracias amiga por este paseo.
Que tengas un buen domingo y un mejor día a día.
Un abrazo.
Jaja te he dejado agotada con el paseo:-)
EliminarMe alegra un montón que te hayas venido a verme. Aquí no hay que llevar nada. Es un tratado de psicología.
Bss y gracias por pasar. Feliz semana amiga
Me gusta husmear en el rastro cuando voy a Madrid, aunque en mis dos últimas visitas no he podido ir. Un saludo desde mi mejana
ResponderEliminarDesde luego es un sitio bastante curioso y único en su clase y fuera de lo común.
EliminarUn abrazo
Katy, de nuevo tras las vacaciones visitándote.
ResponderEliminarTienes suerte de que te guste la calor porque asi disfrutaràs el verano mucho mas.
No he ido nunca al rastrillo pero aqui tenemos los martes y viernes un mercadillo y me encantan visitar los puestos y alborotar la ropa buscando algo que al final no veo.
Me alegro mucho volver a tus comentarios.
Un beso y hasta pronto.
Bienvenida Teresa , no creo que tenga suerte, porque calor solo hace tres meses y todo el mundo a quejarse, y el resto del año abrigados y con medias:-(
EliminarNo soy amiga de revolver porque como dices al final no se encuentra nada.
Bss