(Cañón colorado USA)
Cuenta la leyenda que el rey de una lejana comarca, un buen día recibió en obsequio dos pequeños halcones y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenase.Al cabo de algunos meses,el rey pidió informe al maestro cetrero acerca del entrenamiento de las valiosas aves.
El maestro le informó que uno de los halcones respondía perfectamente
al entrenamiento, pero que el otro no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día de su llegada.
El rey mandó llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacer volar al ave. Entonces decidió encargar la misión a miembros de la corte, pero nada sucedió….
En un acto de desesperación, el rey decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una jugosa recompensa a la persona que hiciera volar al halcón.
A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente frente a las ventanas de su palacio.
El rey le dijo a su corte, Traedme al autor de este milagro. Su corte rápidamente le presentó a un campesino.
El rey le preguntó:
- Hiciste volar al halcón. ¿Cómo lo hiciste, acaso eres mago?
Intimidado, el campesino le dijo al rey:
No fue magia ni ciencia, mi Señor, sólo corte la rama y el halcón voló.
Se dio cuenta que tenía alas y se empezó a volar.
Las crónicas narran que desde entonces el halcón voló libre y sin restricción alguna y el rey simplemente disfrutaba de su vuelo…
…y tú, a que estás aferrado que te impide volar?
Vivimos dentro de una zona de comodidad donde nos movemos y creemos que eso es lo único que existe. Dentro de esa zona está todo lo que sabemos y todo lo que creemos....
Convivimos con nuestros valores, nuestros miedos y nuestras limitaciones.
En esa zona reina nuestro pasado y nuestra historia.
Tenemos sueños, queremos resultados, buscamos oportunidades, pero no siempre estamos dispuestos a correr riesgos ni No siempre estamos dispuestos a transitar caminos difíciles.
Deja de aferrarte a tu propia rama y corre el riesgo de volar más alto
Hopla Katy!! Una fábula con una moraleja para pensar profundamente. Creo que estoy atada a muchos seres pero no encuentro salida.
ResponderEliminarFeliz fin de semana amiga!!
Besosssssssss
No solo cortar nuestras ataduras. Dejar que vuelen los que nos rodean, a veces, es lo más difícil. Beso
ResponderEliminarA mí, como a tantos, me costó también volar. Fueron las circunstancias las que troncharon mi rama y de repente me vi en el mundo y aquí sigo. Besos.
ResponderEliminarHola Gabriela, la decisión siempre es difícil. Yo ya he dejado de volar también. Pero si lo hice en su momento. Ahora hay gente que depende de mí y no les puedo fallar. Pero sigo volando libre con la imaginación como tú, que no es poco
ResponderEliminarHola Tere, ahi si que no me puedo hacer ningún reprocehe. Desde muy pequeños les he educado para libertad y les enseñé a ser responsables de sus actos. Y de hecho siguen volando. Otra cosa que es que de vez en cuando vuelvan al nido cuando lo necesitan
ResponderEliminarBss
Igual que a mi Francisco. Muchas veces la vida se encarga de quebrar esa rama y no te queda otra que usar las alas. La ventaja es que desde arriba tiene muchas más perspectivas.
ResponderEliminarHola Katy, siempre he sido un esoiritu libre y he volado todo lo que he podido.
ResponderEliminarAhora estoy en mi rama tan ricamente, ya volé cuando tuve que volar.
Un beso y buen fin de semana
Pues como yo. Pero ten cuidado amiga, no vaya a venir alguna tormenta o oconeco¡imiento que te rompa la rama y tengas que volar sin desearlo. Eso es lo malo de instalarse. Yo quisiera volar más pero hay personas que me encadenan a la rama y las cadenas son más difíciles de romper. Tiempo habra.
ResponderEliminarBss Contrapunto
¿Y el vértigo?
ResponderEliminarPero tienes toda la razón, aunque con la edad parece que nos vamos AGARRANDO más, no hay que tener miedo a volar.
Un beso.
Hola Pilar tampoco hace falta volar muy alto porque la caída es más estrepitosa si ocurre. Solo un poquito.
ResponderEliminarBss y buen domingo
Hola Katy: interesante la historia del halcón. Resulta bastante difícil echarse a volar una vez que te has acomodado en la vida. Hoy en día los jóvenes tienen menos problemas pues les cortan las ramas (trabajo) con frecuencia. Me ha gustado. Un abrazo
ResponderEliminarHola Katy:
ResponderEliminarYo también pienso que no resulta fácil echar a volar. La zona de comodidad es demasiado cómoda. Pero no por eso hay que abandonar.
Un abrazo.
Hola Rafa, hay muchas formas de volar en la vida, y a veces como dices no resulta fácil. Pero si lo piensas bien tampoco lo ha sido nunca. Hay un cierto miedo a lo desconocido a las alturas.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues Javier te comento lo mismo que a Rafa. Lanzarse a la volar nunca fue fácil. Lo que ocurre es que se está mejor en la seguridad de la rama. Y si nos va bien, para que arriesgarnos. Es más seguro pedir y que nos lo den todo hecho. Hay circunstancias en las que te cortan la rama y no tienes más remedio. Otras te elevas tu en pos de tus sueños. aunque sean imposibles
ResponderEliminarUn abrazo