Pensamientos y valores dedicados a mis nietos “El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante”. (Saint-Exupéry) Ellos son mis más hermosas rosas
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Abel Pérez Rojas
Abel Pérez Rojas
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viernes, 29 de abril de 2011
El escorpión y la rana
Esta fábula se atribuye a Esopo. Nos cuenta cómo un escorpión le pide a una rana que le ayude a cruzar el río . El escorpión a cambio promete no hacerle ningún daño, La rana accede subiéndole a sus espaldas pero antes de alcanzar la otra orilla el escorpión no cumple con el trato y pica a la rana.
Ésta le pregunta:
- ¿Cómo has podido hacer algo así?, ahora moriremos los dos
El escorpión se disculpa y le contesta
- Lo siento , no he tenido elección, es mi naturaleza.
El escorpión y la rana
Estaba una ranita descansando junto a la orilla de un río, cuando se le acercó un escorpión que le dijo:
—Amiga rana, ¿puedes ayudarme a cruzar el río llevándome a tus espaldas?
— ¿Que te lleve a mi espalda? contestó la rana ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco! Si te llevo a mi espalda, sacarás tu aguijón, me picarás y me matarás. Lo siento, pero no puede ser.
—No seas tonta, le respondió el escorpión ¿No ves que si te pincho con mi aguijón, te hundirás en el agua y como yo no se nadar, también me ahogaré?
La ranita, después de pensárselo mucho se dijo a sí misma:
—Si me pica a la mitad del río, nos ahogamos los dos. No creo que sea tan tonto como para hacerlo. Y entonces, la rana se le contestó al escorpión :
—Mira, escorpión. Después de haberlo meditado, te voy a ayudar a cruzar el río. Sube. El escorpión se colocó sobre la espalda de la rana y empezaron juntos a cruzar el río.
Cuando habían llegado a la mitad del trayecto, el escorpión picó con su aguijón a la rana y esta sintió el picotazo y cómo el veneno mortal se extendía por su cuerpo. Mientras se ahogaba, sacó las últimas fuerzas que le quedaban para preguntarle al escorpión por su acción::
—No entiendo nada… ¿Por qué lo has hecho? Tú también vas a morir. El escorpión le respondió:
—Lo siento ranita. Es mi naturaleza, es mi esencia, no he podido evitarlo, no puedo dejar de ser quien soy, ni actuar en contra de mi naturaleza, de forma distinta a como he aprendido a comportarme.
Poco después , desaparecieron los dos, el escorpión y la rana, debajo de las aguas del río.
Moraleja
Procuremos no engañarnos amigos pensando que somos diferentes de lo que somos. Ni tratemos de engañar a los demás.
Al igual que el escorpión las personas muchas veces actuamos por naturaleza propia, dañándonos a nosotros mismos o a las personas que nos rodean. Es necesario reflexionar sobre quien de los dos es más culpable: la rana por no saber lo que le convenía y dejarse convencer o el escorpión por dejarse llevar por sus instintos.
¿Pueden las circunstancias, y nuestra voluntad ayudarnos a cambier nuestra naturaleza? ¿Acaso no somos racionales y libres?
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buenos días, Katy.
ResponderEliminarPreciosa fábula que ya conocía, hacía tiempo que no la recordaba.
Es lo que te comento: nos necesitamos, pero nuestra naturaleza es la que es. Diría que la "mala" de la película es el escorpión, pero si lo pienso en profundidad, me siento más rana que escorpión, así que a la ranita le daría una buena reprimenda. Hubiese sido mejor que cruzase el charco solita.
Besos.
Me gusta tu fábula de hoy, ya la conocía pero siempre es bueno recordar como somos sin poderlo evitar.
ResponderEliminarYo soy como la rana y me llevo muchos disgustos después, pero...
Un beso Katy.
Hola Begoña yo he sido rana duarante mucho tiempo, Ahora con la edad sigo siendo la que soy pero mucho más prudente, menos apasionada y vehemente. Entiendo más todo aunque no siempre lo justifico. Somos lo que somos, pero se puede educar a la personas porque no somos solo instinto como estos animalitos, nos han dado otras capacidades:)
ResponderEliminarUn beso
Hola Sonrisa lo bueno de las fábulas es que aunqe llevamn moraleja siempre se pueden hacer lecturas nuevas y ponernos en el sitio de de los personajes desde diferentes puntos de vista.
ResponderEliminarSigo siendo ranita pero en modo algo la misma que hace 20 años en mi actuar. Ahora seguramente no llevaría a mi amigo escorpion, aunque le entendería. No es el malo de la historia.
Un beso
Todos tenemos algo de rana y otro tanto de escorpión.
ResponderEliminarTal vez tengas razon Francisco al opinar así, pero yo de escorpión tengo un % bajo, me defiendo si me atacan hoy por hoy, antes ni eso. Y conozco mucha gente que son ranitas dispuestas a echar siempre una mano.
ResponderEliminarNo creo que el escorpión se hubiese prestado llevar a nadie ni hacer un favor:) Igual si, no lo sé.
Un beso y buen finde
Creo que podemos , no tanto cambiar, sino aplacar ciertos sentires y valorizar otros.
ResponderEliminarCreo que los humanos venimos a eso, a borrar los malos sentires y crfecer desde dentro hacia todo lo positivo y universal.
Tal vez esa sea la diferencia con el reino animal.
Cariños y buen fin de semana
Me ha gustado mucho tu fábula.
ResponderEliminarAlgunas veces a las buenas obras, se les cruza un escorpión.
Un beso Katy
Yo también creo Abbu que el hombre se hace y no nace. Tenemos la libertad de crecer, de cambiar lo que no nos gusta, de ser solidarios, otra cosa es que no lo hagamos.Y esa es la forma de crecer como apuntas.
ResponderEliminarUn beso y buen finde
Interesante fábula.
ResponderEliminarNo hay que fiarse de los escorpiones a no ser que nos pongamos una protección a golpe de pinchazos.
Desde luego es mejor ser rana prudente.
Besos
Hola Josefina, tienes toda la razón.
ResponderEliminarUn beso amiga y buen finde
Hola Candi, es mejor ser una ranita prudente. Porque los escorpiones también tienen que vivir. La ranita no razonó como debía.
ResponderEliminarUn beso y buen finde.
Buena moraleja.
ResponderEliminarPero supongo que si la rana no hubiese ayudado al escorpión, aún sabiendo que podría picarla ,se hubiese sentido culpable.
En la naturaleza de la rana está la confianza y el sentido de solidaridad.
Me hubiese gustado que el escorpión hubiese sido más considerado y agradecido con quien le brindó ayuda.
No pudo doblegar su instinto en ese momento ?
Para pensar .
Un abrazo.
Yo tambien creo que todos tenemos un poco de rana y otro tanto de escorpión.
ResponderEliminarBesos
¡Me encanta y me ha encantado siempre!Si lo pudiéramos tener siempre presente... pero está muy bien poder recordarlo de tu mano:sepamos quienes somos y tratemos de conocer a los demás...
ResponderEliminarHola Katy: Gracias por refrescarnos esta fábula, que a mi, particularmente, me da mucho que pensar. Fundamentalmente porque uno cree que las personas pueden cambiar y que sus posibilidades son infinitas. Lo reconozco, soy muy ingenuo, o quizás no tan maleado como para no dar segundas oportunidades. Como dice un buen amigo mío, entre estar callado y tocar la trompeta hay un término medio, lo que es complicado es hallar el equilibrio.
ResponderEliminarUn abrazo
Katy en mi tierra hay un refran que dice "Quien nace lechon muere cochino".
ResponderEliminarMuchas veces cuando nos reconocemos alguna falta queremos corregirla pero como no tengamos fuerza de voluntad nos sale sin querer. Me gustó la fábula. Un beso grande y feliz fin de semana.
Es bueno recordar este tipo de historias...
ResponderEliminarmira lo que son las cosas... recordaba perfectamente la historia pero no la moraleja jeje y vaya momento para recordarlo, dicen que la vida le da a uno lo que necesita por diversos medios, y hoy quedo convencida de ello, gracias porcompartir Katy!
abrazos, con cariño
Bonita fabula Katy. Como te han dicho en otros comentarios, yo también opino que todos tenemos un poco de rana y un poco de escorpión.
ResponderEliminarSiempre es bueno recordar estos cuentos o fabulas. Un abrazo amiga.
Estupenda moraleja y reflexión.
ResponderEliminarA veces no se puede evitar ser como somos.
Preferimos dar oportunidades cuando intuimos que con ello corremos un riesgo, la vida esta llena de "riesgos" y si no se corren nunca se sabe lo que tenemos delante, a nuestro lado o simplemente conseguir lo deseado, pero siempre tenemos la gran capacidad de minimizar los riesgos al máximo o de privarnos de hacer algo que sabemos a ciencia cierta que no nos beneficia en absoluto porque el hacerlo nos puede suponer serias complicaciones y ahí si que podemos evitar cometer riesgos innecesarios. Y aquí influye nuestra capacidad de percepción, de análisis y responsabilidad con nosotros y con lo que nos rodea, que no siempre se posee.
Un abrazo Katy y que tengas una muy buena y feliz semana.
Me encanta esta fábula. A mi me resulta muy útil y en su día también la publiqué en mi blog. Me alegro de haber coincidido contigo.
ResponderEliminarUN abrazo muy fuerte
Hola Katy:
ResponderEliminar¿Rana o Escorpión?, esa es la cuestión. Creo que los dos pecan de ingenuos: la rana por fiarse y el escorpión, mucho más tonto, porque lo sabía. Lo difícil es estar en el término medio como han apuntado. Me ha gustado la reflexión. Un abrazo
Hola carmela, claro que si la rana es rab¡na y el escorpión escorepión. pero en ellos prima el imstinto y en nosotros debería primar la inteligencia. La moraleja tiene muchas lecturas y yo prefiero dar oportunidades ak meos una 2ª
ResponderEliminarBesos
Hoal cata depende de que ángulo lo mires. O eres escorpión o eres rana. Porque no puedes tener de las dos desde el punto de vista humano. Te recuerdo que veneno del escorpión mata:)
ResponderEliminarBesos
Hola Fernando que alegría verte por aquí en mi modesta casa:) Comparto tu visión. Una cosa es la fábula que para mi tiene mucho de instintiva y otra la que cuestiona nuestro ser como personas libres que pueden elegir. Yo también creo que se puede dar una segunda oportunidad pero con la debida prudencia.
ResponderEliminarLos años son un grado.
Un abrazo
Efectivamente puede que tu refrán tengas mucho de razón. Yo me se otro que dice que "la manzana no cae lejos de su árbol" Pero cuando hablamos de personas no somos calcos ni clonados, y podemos inclinar la balanza hacia un lado u otro.
ResponderEliminarBesos
Hola Sherezada, cuando estamos abiertos la vida te da las cosas cuando las necesitas, pero para eso hay que prepararse.
ResponderEliminarLo he comprobado muchas veces. "Cuando el discípulo está preparado aparece el Maestro"
Besos
Hola Luisa, creo que hay muchas formas de intrerpretar la fábula. Y desde el lado en que lo veo creo que no se pueden ser las dos cosas. Creo que nuestro temperamen¡to y carácter no nos condicionam¡n. Siempre podemos legir.
ResponderEliminarUn beso
Hola MariC, tu lo has enfocado desde otra perspectiva. Es lo bueno que tiene esta fábula. No debemos de correr riesgos innecesarios. La prudencia debe guiar nuestra vida.
ResponderEliminarUn beso
Hola laura, no se si andaba yo de seguidora tuya por aquél entonces. No recuerdo haberla leído. Yo también estoy encantada de haberla recuperado y en la coincidencia.
ResponderEliminarEs una fábula fantástica porque se puede leer desde muchos ángulos.
Un beso
Hola Rafa a mi en este caso me cuesta mucho estar en el termino medio. Me identifico con la rana. pero hoy por hoy te aseguro que no llevaría a un escorpión a mis espaladas:)
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Tere, has el favor de ponerte un avatar. Me guio por las fotos y siempre te salto cuando hay muchos comentarios sin contestar:(
ResponderEliminarPerdón, perdón. Buen apunte esta fñabula no ¡s induce a intentar coner a los demás y de conocernes. Es otra forma de verla.
Un beso
Bueno, todo el mundo dice cosas como: Qué malo el escorpion y qué buena la rana, o... escorpion asesino, pobre ranita, o... escorpion traidor! Me pongo a pensar y me surge una gran duda: si el escorpion es realmente un asesino, traicionero, etc, por qué matar a la rana en el medio del río provocando también su muerte y no en la otra orilla? asesinarla ahí sería más redituable y... placentero, o no? Hay algo que no cierra en toda esta historia. Todos tienden a ubicarse en el lugar de la rana, como si fuese la más perjudicada; murieron los dos. Yo voy a ubicarme en el lugar del escorpion: Él necesita cruzar el río y no sabe nadar. No tiene elección y le pide a la rana que lo lleve a la otra orilla, confiandole de esta manera nada menos que su vida. El escorpion le promete que si lo ayuda él no le hará daño. Él es un depredador, un guerrero que lucha (muchas veces con fiereza) para sobrevivir desde hace milenios. Reconoce el peligro, siente la amenaza, siente miedo y reacciona para defenderse y hasta sentirse seguro. Veo como el escorpion, en la mitad del río, o sea, en el lugar más peligroso y al que lógicamente más le temía, al percibir el peligro, al ver que estaba por caer al agua y morir, entiende que la responsable de todo esto es... la rana, siente que fue traicionando, que ella sólo accedió a ayudarlo para engañarlo y dejarlo sólo en la mitad del río para que se ahogara, siente que la rana lo engañó, que le mintió, entiende que ella jamás tuvo la intención de llevarlo al otro lado del río, sino la de matarlo a traición, entonces, como guerrero y depredador surge su necesidad instintiva de imponerse ante su verdugo, aún estando ya en las puertas de la muerte, de su caída: "sí, me ahogaré y moriré, pero vendrás conmigo". El escorpion conscientemente interpretó todo esto como una más de sus tantas batallas, su vida es un campo de batalla, sus enemigos sus rivales, todo es ganar o perder, matar o morir. La rana logró vencerlo, logró su propósito, él entiende esto, por eso se disculpa, por no permitirle conservar la vida y disfrutar de su victoria. Pero es que tuvo que morir como vivió, luchando hasta el final, tuvo que matarla, ella también lo mató y él lo único que hizo fue igualar puntos antes de morir ahogado. Para mí, ésta es la verdadera naturaleza del escorpion, la necesidad de confiar, la de desconfiar, el miedo a ser traicionado, el dolor, la venganza y la aceptación de la pérdida, del fin. Todo esto visto desde la perspectiva del escorpion y yo señores honestamente prefiero verlo también de este modo antes que pasar la vida criticando a "escorpiones" y creyendome una "ranita inocente" o haciendo creer que lo soy, cuando dentro mío sé perfectamente (y todos ustedes lo saben también) que el ser humano de inocente no tiene ni la uña, aspirar a ser mejores con gestos generosos negando y ocultado y escondiendo nuestra propia naturaleza (por desagradable que sea) de nosotros mismos, los miedos que llevamos dentro. Creyendonos ranas que morimos siempre por culpa de escorpiones. Somos los buenos, ellos los malos. Somos los mejores, ellos los peores. Damos "vida", ellos "muerte". Hacemos reír, ellos sufrir. Conozcamosnos más a nosotros mismos. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Las fabulas se han escrito no para ser cumplidas sino para hacernos pensar. Saludos
EliminarKaty, por qué te obsesiona tanto la idea de ser rana y no escorpion? para ser verdaderamente una rana primero tenes que vencer tus prejuicios, queres ser rana pero no ayudarías al escorpion?, te gusta el durazno pero te quejas de los pelitos?, vos te defendes cuando te sentís atacada, pero el escorpion no puede hacerlo? Tu solidaridad es real?, reusas ayudar cuando tenes miedo, en lugar de aceptarlo, controlarlo y hacerlo tu aliado para que te evite sufrimientos, como hizo el maestro de la fábula "El Maestro y el Escorpion". Sentís pena por la rana y odio hacia el escorpion. Sí, murieron, pero no hay culpables. El escorpion tuvo tanta culpa como el agua que parte la roca, se filtra en ella, se congela y al hacerlo... la parte... No tuvo más culpa que el agua que parte la roca. Un saludo.
ResponderEliminarGracias por la otra historia mi querido anónimo. Las historias son como cada uno las quiera ver, vivir, aplicar o ignorar.
ResponderEliminarTu punto de vista es muy interesante y válido como el de todos y te agradezco el haberlo compartido
En cuanto a la segunda parte, tu 2º comentario te recuerdo que "Yo no escribí la fábula, fue Esopo"
Y en segundo lugar, este blog tiene nada más y nada menos que cerca de 600 entradas. Si me llego a obsesionar por todas más las 800 del otro blog imáginate.
Yo únicamente comparto y cada cual es libre de poner y de quitar lo que le parece.
Pero puestos a imaginar te diré que no me gustan ninguno de los dos. Ni la actitud de la rana ni la del escorpión.
Un saludo
3 años llego y recuerdo por este blog, tan linda fábula, en mi opinion humilde, no creo en víctimas o culpables, cuando somos adultos, somos 50% responsables de nuestras acciones y decisiones. . Tambien confie y fui herida por un aguijoncito .. aunque no mori como la ranita se de lo q es capaz este Escorpio! Despues de volver a mis límites, entiendo q nadie llegara jamas hasta donde yo permita primero .. feliz noche
ResponderEliminarClaro que no. Estoy de acuerdo. Casa cual es responsable de sus actos y ha de asumirlos. Las fábulas son imaginarias y por tanto se han hecho para hacernos pensar en nuestras actitudes. Los humanos tenemos el don de poder cambiar y elegir nuestra actuación. Podemos ser ranas unas veces y otras escorpión. Gracias por tu comentario y aportación.Un abrazo
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