"La mejor herencia que se le puede dar a un niño para que pueda hacer su propio camino, es permitir que camine por sí mismo." Isadora Duncan

"Estoy convencido que uno de los tesoros que guardan los años es la dicha de ser abuelo"
Abel Pérez Rojas

"No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela." Albert Einstein

Forman parte de la orquesta

viernes, 5 de junio de 2009

El buscador


Un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a estas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó, a lo lejos la ciudad de Kammir.
Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó mucho la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras; la rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada.
Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar.
El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de este paraíso multicolor.
Sus ojos eran los de un buscador, y quizás por eso descubrió sobre una de las piedras, aquella inscripción: ABDUL TAREG, VIVIÓ 8 AÑOS, 6 MESES, 2 SEMANAS Y 3 DÍAS.
Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra, era una lápida. Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar. Mirando a su alrededor el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla, decía: YAMIR KALIB, VIVIÓ 5 AÑOS, 8 MESES, Y 3 SEMANAS. El buscador se sintió terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra, una tumba. Una por una, empezó a leer las lápidas. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto. Pero lo que lo conectó con el espanto, fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los 11 años.
Embargado por un dolor terrible se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio, pasaba por ahí y se acercó. Lo miró llorar por un rato en silencio y luego le pregunto:
-.¿Porqué el llanto buen hombre?
- ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente?; ¿Que los ha obligado a construir un cementerio de chicos?!!!!!
- El anciano se sonrió y dijo:
- Puede Ud. serenarse. No hay tal maldición. Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré... Cuando un joven cumple quince años sus padres le regalan una libreta, como ésta que tengo aquí, colgando del cuello. Y es la tradición entre nosotros que a partir de allí, cada vez que uno disfruta inmensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda, qué fue lo disfrutado a la derecha,cuanto tiempo duró el gozo. Conoció a su novia, y se enamoró de ella. ¿Cuánto tiempo duró la pasión enorme y el placer de conocerla?, ¿Una semana?, ¿Dos? ¿Tres?; ¿Tres semanas y media? Y después... el placer maravilloso del primer beso, ¿cuánto duró? .¿Y el embarazo o el nacimiento del primer hijo.? ¿Y el matrimonio de los amigos?, ¿Y el viaje más deseado? ¿Y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano?. ¿Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones?...¿horas?, ¿Días?...
Así vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos, cada momento. Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba, porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.

2 comentarios:

  1. Que maravilla. Tener en cuenta al final de la vida solo lo que hemos disfrutado.
    Tampoco estaría mal añadir nuestras buenas obras aunque creo que también entran en este capítulo del disfrute. Dando es como se disfruta, y sobre todo dando tu tiempo.

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  2. Gracias por tu comentario. En algún sitio estarán apuntados nuestros buenos recuerdos y obras. Pero aunque no lo estuvieran eso nos exime de ser felices y hacer las cosas lo mejor que podamos

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Bienvenido. Gracias por tus palabras , las disfruto a tope y además aprendo.

“EL TIEMPO QUE PERDISTE POR TU ROSA HACE QUE TU ROSA SEA TAN IMPORTANTE”. Saint-Exupéry

“EL TIEMPO QUE PERDISTE POR TU ROSA HACE QUE TU ROSA SEA TAN IMPORTANTE”. Saint-Exupéry
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