"La mejor herencia que se le puede dar a un niño para que pueda hacer su propio camino, es permitir que camine por sí mismo." Isadora Duncan

"Estoy convencido que uno de los tesoros que guardan los años es la dicha de ser abuelo"
Abel Pérez Rojas

"No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela." Albert Einstein

Forman parte de la orquesta

miércoles, 16 de julio de 2025

Nuestros padres

 

"Según la mayoría de los analistas de hoy en día, nuestros padres desde que nacimos han estado intentando matarnos.

Por lo visto hemos llegado a adultos por los pelos, ya que teniendo en cuenta que el gluten es malo, la lactosa es mala, los cereales y el pan blanco son veneno, el azúcar es lo mismo que el cianuro, la fructosa de los zumos te revienta por dentro y que las grasas son como resina para sellar las arterias, nosotros no deberíamos estar vivos.

Mirando hacia atrás, veo a mis padres. Ahora veo su plan magistral para eliminarme.

Aquellos filetes con patatas fritas y el aceitillo de la sartén por encima eran por algo.

Luego, al ver que me levantaba vivo por la mañana, lo volvían a intentar con un buen Colacao con una torre de galletas María unidas por una capa de mantequilla o margarina.

Como aquella fórmula no funcionaba, reforzaban con una merienda a base de ¡Pan blanco, con chocolate, chorizo o foie gras! (entonces no había paté). A veces lo intentaban con más ahínco regando una rebanada de pan con vino y añadiéndole nada menos que azúcar blanco.

¿Se puede ser más asesino?

_Los fines de semana entraban los extras y ya iban con todo: en el desayuno unos buenos sobaos pasiegos o unos churros,  y, como tenían más tiempo para cocinar, me metían para comer una fabada con su choricillo, su capa de grasilla flotante y más pan para “mojar”. _

De postre, para terminar con algo dulce, un arrocito con leche no podía faltar y si era verano el Miko Lápiz reglamentario.

En la cena podía caer un pollo asado con salsita para poder bañarse y de postre natillas.

Claramente eran unos psicópatas sin sentimientos.

Hicieron todo lo que pudieron, pero al final aguanté.

Lo más sorprendente, es que con esa alimentación, sin traumas ni alimentos prohibidos llegué a medir 1,83m.

¿A ver si el problema va a ser la actividad, la cantidad, la frecuencia, la variedad y el estilo de vida, entendidos míos?
Yo desde luego no me voy a subir al tren de alimentarme sólo de lechugas criadas en libertad y recogidas bajo la luna menguante del quinto ciclo de Júpiter en rotación con Saturno.
Nota: Lo de las abuelas ya ni os cuento. Aquello eran auténticas casas de tortura. Nunca habías comido suficiente."

sábado, 12 de abril de 2025

El Duelo: Sin saber cómo...


Hace 5 años te perdí con el Covid...
Pero en mi corazón sigues vivo y presente

Perder a alguien es como quedarse de pie en el andén de una estación donde ya no pasan trenes, es el eco de una voz que ya no responde, es el vacío de una mano que no vuelve a sostener la nuestra🥺 Es un terremoto silencioso que derrumba todo lo que creíamos estable, porque la vida, con su absurda costumbre
de continuar, no nos espera para entenderla.
El duelo no es una batalla, no es pelear contra la ausencia como si fuera un enemigo al que hay
que derrotar, no se trata de ganarle al dolor ni de buscar la manera más rápida de salir del laberinto. 🥹
El duelo es una mudanza forzada, una reubicación en un mundo que ya no tiene el mismo paisaje, es aprender a vivir con un agujero en el pecho, sin pretender llenarlo de inmediato, porque algunos vacíos no son para ser ocupados, sino para recordarnos que hubo algo grande ahí🙏
Nos han hecho creer que el duelo es una escalera con peldaños que debemos subir hasta que un día, mágicamente, dejamos de sentir, pero no es así. Es más bien una espiral, un camino confuso donde el ayer y el hoy se mezclan, donde el dolor, la nostalgia, la rabia y la gratitud bailan sin orden. Un día sentimos que avanzamos y al siguiente nos encontramos de nuevo en la primera página del dolor y eso está bien, no es un error, es la forma en que el alma se acomoda a su nueva realidad.
El dolor no es un enemigo, es un maestro cruel pero necesario, nos arranca las certezas, nos deja desnudas frente a la verdad de nuestra fragilidad y en ese despojo, descubrimos algo poderoso: Seguimos aquí, respirando, amando, sobreviviendo porque,
si no podemos estar con quienes amamos, entonces aprendemos a amar con más fuerza a quienes sí están 🥹
No hay atajos, no hay fórmulas mágicas, no hay trucos que aceleren su proceso o eliminen el dolor, sólo el tiempo, la paciencia y el amor nos van mostrando el camino y aunque al principio todo parezca oscuro, aunque la vida se siente en pausa, un día, sin aviso, una pequeña luz se cuela entre las rendijas y es ahí cuando entendemos que el duelo, aunque duele, no nos destruye... Nos transforma, nos vuelve más intensas, más humanas, nos enseña que la única manera de honrar a quienes se fueron es seguir viviendo, amando con más fuerza y recordando que aún con el alma rota, seguimos siendo capaces de construir belleza.
Porque la vida nunca nos pregunta si estamos listas para perder, pero sí nos da la oportunidad de aprender a seguir... Aunque no sepamos cómo 🙏🥹🖤

Escrito por Fernando D'Sandi


lunes, 10 de marzo de 2025

No quiero ser un estorbo

 


No le tengo miedo a ser anciana, no le temo a las arrugas ni a la piel que se afloja como una sábana al viento. No me asustan los cabellos plateados ni el paso lento de mis propios pies. No le temo a la soledad, porque la he amado, la he hecho mi aliada, mi refugio.

Pero hay algo que sí me inquieta, algo que se esconde en la sombra de los años que aún no he vivido: el destino. Ese que juega con las cartas marcadas, que a veces te sienta en la mesa con una copa de vino y otras te deja esperando bajo la lluvia sin abrigo.

No quiero ser una carga, un suspiro de resignación en la boca de nadie. No quiero ver en los ojos de los demás el reflejo de mi fragilidad, de mi dependencia. No quiero que mi nombre se convierta en sinónimo de sacrificio ajeno.

Quiero ser viento, quiero ser brisa, quiero seguir moviéndome, aunque el cuerpo duela. Quiero que mi vejez sea un poema de libertad, un café con aroma a recuerdos, un óleo que aún busca su última pincelada.

No le temo a la vejez. Le temo a perderme en un destino que no elegí.

Milka Mag Torre

 

lunes, 24 de febrero de 2025

El escorpión y el ciervo


El escorpión picó al ciervo, y con el veneno ardiendo en su cuerpo, buscó refugio en la manada.Sin embargo, los demás ciervos decidieron expulsarlo para evitar que el veneno se propagara. El ciervo salió cojeando, llorando de dolor. No por la picadura, sino por el abandono y desprecio de su propia familia en el momento en que más los necesitaba.
Así se fue, ardiendo de fiebre, arrastrando una de sus patas, vulnerable a las noches frías.
Con cada paso, una lágrima caía.
Los ciervos en la manada lo vieron alejarse, observando cómo desaparecía en el horizonte. Algunos decían entre sí:
— Que se vaya... Morirá lejos de nosotros.
Y cuando el ciervo finalmente se desvaneció en la inmensidad del horizonte, todos estaban seguros de que había fallecido.
Algunos incluso miraban al cielo, esperando ver buitres volando.
Pasó el tiempo.
Mucho después, un gorrión llegó a la manada y anunció:
— ¡Su hermano está vivo! Vive en una cueva muy lejos de aquí.
Se recuperó, pero perdió una pata debido a la picadura del escorpión.
Le cuesta encontrar comida y necesita su ayuda.
Hubo un silencio. Luego comenzaron las excusas:
— No puedo ir, estoy pastando...
— No puedo ir, estoy buscando agua...
— No puedo ir, tengo que cuidar a mis crías...
Una por una, todas rechazaron la petición. El gorrión regresó a la cueva sin ayuda.
Pasó el tiempo nuevamente.
Mucho después, el gorrión volvió, pero esta vez con una noticia dolorosa:
— Su hermano ha fallecido... 
En ese instante, un peso cayó sobre todos. Un profundo lamento llenó la manada.
Quienes pastaban, pararon.
Quienes buscaban agua, dejaron las fuentes.
Quienes cuidaban crías, las olvidaron por un momento.
El arrepentimiento dolía más que cualquier veneno. ¿Por qué no fuimos antes?, se preguntaban.
Y sin medir la distancia ni el esfuerzo, todos partieron hacia la cueva, llorando y lamentándose. Ahora sí tenían un motivo para verlo, pero ya era tarde.
Al llegar a la cueva, no encontraron al ciervo... Solo hallaron una carta que decía:
"En la vida, muchas veces las personas no cruzan la calle para ayudarte cuando estás vivo, pero cruzan el mundo para enterrarte cuando mueres.
Y la mayoría de las lágrimas en los funerales no son de dolor, sino de remordimiento y arrepentimiento."

Eduardo Galeano 


La moraleja la sacamos fácilmente

“EL TIEMPO QUE PERDISTE POR TU ROSA HACE QUE TU ROSA SEA TAN IMPORTANTE”. Saint-Exupéry

“EL TIEMPO QUE PERDISTE POR TU ROSA HACE QUE TU ROSA SEA TAN IMPORTANTE”. Saint-Exupéry
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