Pensamientos y valores dedicados a mis nietos “El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante”. (Saint-Exupéry) Ellos son mis más hermosas rosas
"La mejor herencia que se le puede dar a un niño para que pueda hacer su propio camino, es permitir que camine por sí mismo." Isadora Duncan
"Estoy convencido que uno de los tesoros que guardan los años es la dicha de ser abuelo"
Abel Pérez Rojas
Abel Pérez Rojas
"No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela." Albert Einstein
Forman parte de la orquesta
jueves, 2 de diciembre de 2010
El futuro de los nietos
Leopoldo Abadía (Zaragoza, 1933) es un profesor y escritor español conocido por su análisis de la crisis económica actual
Leopoldo Abadía (autor de " La crisis Ninja ") dice en su artículo:
Me escribe un amigo diciendo que está muy preocupado por el futuro de sus nietos.
Que no sabe qué hacer: si dejarles herencia para que estudien o gastarse el dinero con su mujer y que "Dios les coja confesados".
Lo de que Dios les coja confesados es un buen deseo, pero me parece que no tiene que ver con su preocupación.
En muchas de mis conferencias, se levantaba una señora (esto es pregunta de señoras) y decía esa frase que me a mí me hace tanta gracia: "qué mundo les vamos a dejar a nuestros hijos?"
Ahora, como me ven mayor y ven que mis hijos ya están crecidos y que se manejan bien por el mundo, me suelen decir "qué mundo les vamos a dejar a nuestros nietos?"
Yo suelo tener una contestación, de la que cada vez estoy más convencido:
"y a mí, qué me importa?!"
Quizá suena un poco mal, pero es que, realmente, me importa muy poco. Yo era hijo único. Ahora, cuando me reuno con los otros 64 miembros de mi familia directa, pienso lo que dirían mis padres, si me vieran, porque de 1 a 65 hay mucha gente. Por lo menos, 64.
Mis padres fueron un modelo para mí. Se preocuparon mucho por mis cosas, me animaron a estudiar fuera de casa (cosa fundamental, de la que hablaré otro día, que te ayuda a quitarte la boina y a descubrir que hay otros mundos fuera de tu pueblo, de tu calle y de tu piso), se volcaron para que fuera feliz. Y me exigieron mucho.
Pero qué mundo me dejaron? Pues mirad, me dejaron:
1. La guerra civil española
2. La segunda guerra mundial
3. Las dos bombas atómicas
4. Corea
5. Vietnam
6. Los Balcanes
7. Afganistán
8. Irak
9. Internet
10. La globalización
Y no sigo, porque ésta es la lista que me ha salido de un tirón, sin pensar. Si pienso un poco, escribo un libro.
Vosotros creéis que mis padres pensaban en el mundo que me iban a dejar? Si no se lo podían imaginar!
Lo que sí hicieron fue algo que nunca les agradeceré bastante: intentar darme una muy buena formación. Si no la adquirí, fue culpa mía.
Eso es lo que yo quiero dejar a mis hijos, porque si me pongo a pensar en lo que va a pasar en el futuro, me entrará la depre y además, no servirá para nada, porque no les ayudaré en lo más mínimo.
A mí me gustaría que mis hijos y los hijos de ese señor que me ha escrito y los tuyos y los de los demás, fuesen gente responsable, sana, de mirada limpia, honrados, no murmuradores, sinceros, leales. Lo que por ahí se llama "buena gente".
Porque si son buena gente harán un mundo bueno.
Por tanto, menos preocuparse por los hijos y más darles una buena formación:
que sepan distinguir el bien del mal, que no digan que todo vale, que piensen en los demás, que sean generosos. . . .
En estos puntos suspensivos podéis poner todas las cosas buenas que se os ocurran.
Al acabar una conferencia la semana pasada, se me acercó una señora joven con dos hijos pequeños. Como también aquel día me habían preguntado lo del mundo que les vamos a dejar a nuestros hijos, ella me dijo que le preocupaba mucho qué hijos íbamos a dejar a este mundo.
A la señora joven le sobraba sabiduría, y me hizo pensar.
Volví a darme cuenta de la importancia de los padres. Porque es fácil eso de pensar en el mundo, en el futuro, en lo mal que está todo, pero mientras los padres no se den cuenta de que los hijos son cosa suya y de que si salen bien, la responsabilidad es un 97% suya y si salen mal, también, no arreglaremos las cosas.
El Gobierno y las Autonomías se agotarán haciendo Planes de Educación, quitando la asignatura de Filosofía y volviéndola a poner, añadiendo la asignatura de Historia de mi pueblo (por aquello de pensar en grande) o quitándola, diciendo que hay que saber inglés y todas estas cosas.
Pero lo fundamental es lo otro: los padres.
Ya sé que todos tienen mucho trabajo,
-Que las cosas ya no son como antes,
-Que el padre y la madre llegan cansados a casa,
-Que mientras llegan, los hijos ven la tele basura, que lo de la libertad es lo que se lleva,
-Que la autoridad de los padres es cosa del siglo pasado.
Lo sé todo. TODO. Pero no vaya a ser que como lo sabemos todo, no hagamos NADA.
Leopoldo Abadía
P. D .
1. No he hablado de los nietos, porque para eso tienen a sus padres.
2. Yo, con mis nietos, a merendar y a decir tonterías y a reírnos, y a contarles las notas que sacaba su padre cuando era pequeño.
3. Y así, además de divertirme, quizá también ayudo a formarles.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola a todos los que me comentáis. No voy a poder postear con regularidad estos dias. Tengo el calendario full time hasta después de Reyes. Pero en cuanto pueda me asomaré para veros y leer vuestros post. Y si se tercia la nenos os felicitaré las fiestas.
ResponderEliminarUn abrazo cariñoso a todos.
Gracias por ser incondicional en mi blog.
ResponderEliminarme ha gustado mucho tu entrada.
Feliz Navidad.
Gracias a ti Josefina por el esfuerzo que haces cada día para estar. Cuidate el brazo.
ResponderEliminarBesos
Buenó dís Katy, te echaremos en falta. También yo si todo va bien, me gustaria hacer una escapada después de Navidad.
ResponderEliminarYo con mi nietos, ejerzo de abuela divertida y complaciente, dentro de un orden, como nos corresponde a los abuelos.
Un beso
El prestigio que se ha ganado el Sr. Abadía lo ha logrado no por sesudo, sino por responder a las inquietudes de la vida con sencillez, humildad y buen criterio. Somos eslabones de una cadena de la que no conocemos ni el principio ni el fin; vivimos nuestras circunstancias y no podemos decidir ni siquiera por lo que será de nuestro hijos, cuanto más de nuestros nietos. Dentro de media hora estará mi nieto con nosotros y nuestro objetivo no es el de educarlo, sino atenderle y disfrutar esta tarde con él haciéndole y haciéndonos la vida feliz. Si no sabemos preparar nuestro futuro, ¿cómo podremos hacerlo con la segunda generación después de nosotros?
ResponderEliminarMadame, todo será que no tengamos ningún mundo que legarles. Cualquier día nos cargamos el planeta. Estamos en ello.
ResponderEliminarYo también tendré unas semanas ajetreadas, pero ya sabe que no me voy del todo, así que aquí me encontrará.
Bisous, madame
Espero pases unos fantásticos dias amiga.
ResponderEliminarTe deseo lo mejor.
El post me ha encantado!
Salu2
Eso, eso, los abuelos a malcriar a los nietos, que para criarlos ya está sus padres. Tampoco a mí me preocupa el mundo que van a tener nuestros nietos. Si total no lo vamos a ver...
ResponderEliminarMe ha parecido una extraordinaria posición la del Sr. Abadía. Solo tengo que decir: amén.
Hola Katy:
ResponderEliminarGenial como siempre el señor Abadía, y tú por traérnoslo.
No tengo nietos pero siempre me acordaré de como trataban mis padres a mis hijos. No paraban de reírse los unos y los otros. Mi esposa le dijo una vez a mi padre: "¿Y si el niño te pide la luna, también se las vas a dar?".
Si puedo, sí. Fue la escueta contestación del abuelo.
Un abrazo
Hola Contrapunto no me queda otra. Lo primero es lo primero y la familia me demanda estos días. Pero a ratos sueltos me pasré y si puedo subo algo. Pero no me puedo comprometer,
ResponderEliminarUn besi y gracia por estar siempre:)
Un beso
Hola Francisco mi objetivo tampoco es maleducarlos pero si disfrutar todo lo que pueda con ellos. Solo les regaño si son mal educados o hacen algo que ponga en peligro siu integridad física. Todo lo demás está permitido.
ResponderEliminarUn beso y que lo disfrutéis.
No crea Madame que no tengo esto en mente. Cualquier día adios mundo cruel. Mejor no pensarlo. Pue eso Madame, vendre a ratos perdidos y la visitaré.
ResponderEliminarBisous
Gracia Toni, eel post es muy bueno, y Leopoldo Abadía habla bien clarito. Se le entiende.
ResponderEliminarGracias por tus buenos deseos.
Un beso
Yo no voy a estropear al mundo. Adoro mi Planeta y le cuidaré. Lo que si me preocupan son las personas que las habitan. Pero es mejor ocuparse de lo que está en nuestras manos. Si que es una mágnifica reflexión.
ResponderEliminarUn abrazo Felipe
Ay Rafa si yo pudiera también les bajaría la Luna. Sabias y sentidas las palabras de tu padre. Disfruto de ellos, de su alegría,de sus risas y de sus ocurrencias. Como hoy cuando les doy clas de Inglés. Una delicia.
ResponderEliminarUn abrazo
Me uno a los que piensan y que el Sr. Abadía apunta, que no es tan importante el mundo que podamos dejar sino las herramientas que tengan las futuras generaciones para poder vivir en él, y que sepan cómo, cuándo y cómo utilizar sentimientos y raciocinio. Casi nada. Con buen equipaje no hay viaje que sea imposible. Beso.
ResponderEliminarHola Teresa yo también pienso así. El futuro no lo sabemos y puede ocurrir cualquier cosa. Y es muy interesante lo que apuntas de lo importante que es saber utilizar "Sentimientos y raciocinio.
ResponderEliminarUn beso y gracia por pasar
Hola Katy:
ResponderEliminarEs genial.
Esta misma carta la publiqué en mi blog el verano pasado.
Repito: genial.
Un abrazo.
El autor ha tenido una visión lúcida que comparto. Me alegro que opinemos igual en este tema:) Igual comenté tu post, jajaja. Pero las cabezas fallan a veces
ResponderEliminarUn abrazo y buen finde