Inspiración - Espiración

Por respiración generalmente se entiende al proceso fisiológico indispensable para la vida de de todos los seres animados. Es por tanto una función de la que no podemos prescindir. Nos conecta con el medio ambiente y es compartida con todos los seres vivos de la naturaleza
Todos los seres humanos vivimos una primera experiencia al nacer. Al momento de ser separados del cordón umbilical, ese vehículo de alimentación durante la gestación, nos enfrentamos a nuestra primera acción como unidad independiente, cual es: respirar. Aquí, adquirimos esa individualidad que somos dentro de un contexto social, en el que vamos a desarrollar nuestras actividades cotidianas.
La respiración no es solamente una actividad de los pulmones. Todo el organismo respira a través del pulmón. Quien captura el oxígeno y quien expulsa el anhídrido carbónico es todo el organismo. Sus miles de millones de células consumen oxígeno incansablemente para liberar de los azúcares la energía necesaria e indispensable para realizar sus actividades.
En el proceso de inhalación, llevamos oxígeno a la sangre y expulsamos el aire con el dióxido de carbono indeseado. En la respiración, también, llevamos consigo una gran cantidad de elementos contaminantes y polvo, pero la nariz cuenta con una serie de filamentos que sirven de filtro para retener aquellos de mayor tamaño. De ahí, que se recomienda realizar el proceso de respiración por la nariz. La boca no cuenta con estos filtros y desde luego no está preparada para retener ese tipo de partículas nocivas para nuestra salud.
Inspiración o inhalación
Es el proceso por el cual entra aire desde un medio exterior hacia el interior de un organismo (pulmones). La comunicación de los pulmones con el exterior se realiza por medio de la tráquea
Espiración o exhalación
Es el fenómeno opuesto a la inspiración, durante el cual el aire que se encuentra en los pulmones sale de éstos. Es una fase pasiva de la respiración, porque el tórax se retrae y disminuyen todos sus diámetros, sin intervención de la contracción muscular, volviendo a recobrar el tórax su forma primitiva. Los músculos puestos en juego, al dilatarse el tórax, se relajan en esta fase; las costillas vuelven a su posición inicial así como el diafragma.
Hasta aquí la parte mecánica

Meditación
Cuando meditamos nos hacemos conscientes de este proceso mecánico para utilizarlo a nuestro beneficio..
En nuestros ejercicios de meditación en las clases de Yoga, uno de las prácticas habituales es la enseñanza de los tipos de respiración y su utilización posterior para conseguir la relajación física y mental. Cuanto más lentamente respiremos y seamos conscientes de cómo lo hacemos mayor será la recuperación de la energía y aumentará nuestra fuerza vital. Respirar es sano porque también aumenta las defensas y retrasa el envejecimiento.
Los ejercicios de respiración, benefician el funcionamiento de nuestros órganos vitales, nos cambia el estado de ánimo al disminuir el estrés, nos permite encarar los hechos cotidianos en su justa dimensión, nos devuelve la alegría el buen humor y además de fortalecer nuestro sistema inmunológico, favorecen la digestión y benefician el sistema nervioso.
Llevo practicando Yoga desde hace dos años, y cada día terminamos al menos con 10 minutos de ejercicios de respiración y relajación. Proyectamos sentimientos y pensamientos positivos durante la meditación y recuperamos energía en nuestro interior para nosotros mismos y para proyectarla a los que nos rodean.
Nuestro maestro nos dice siempre que la meditación también ayuda a desarrollar el don de la observación. A medida que nos observamos, vamos desarrollando una nueva personalidad mucho más equilibrada y relajada, en otras palabras, nos proporciona un mayor control sobre nuestros mismos
Para meditar empezamos tomando un respiración profunda, y a partir de ahí nos vamos fijando en cómo entra el aire a nuestros pulmones y abdomen (respiración abdominal)
Poco a poco al respirar vamos relajando nuestro cuerpo desde la cabeza a los pies.
La respiración se va haciendo más pausada y armoniosa. Se suele hacer en tres partes y siempre por la nariz, tato la inspiración como la espiración:
1.- respiro profundo y cuento mentalmente cuatro segundos mientras ingresa el aire a los pulmones
2.- retengo otros cuatro segundos el aire en los pulmones y
3.- espiro lentamente contando mentalmente otros cuatro segundos.
Cuando ya estamos totalmente relajados visualizamos una luz blanca azulada entrando por la cabeza que va recorriendo cada una de las partes de nuestro cuerpo estimulando así los centros de energía que nos ayudan a relajarnos y apaciguar no solo nuestro cuerpo sino nuestras emociones y mente.
En este estado de conciencia más elevado, llamado también dimensión Alfa, es la fuente de la creatividad. Aquí están todas las ideas y posibles soluciones a nuestro alcance para resolver problemas y alcanzar nuestros objetivos.
Todos podemos acceder a estos estados de conciencia con el debido entrenamiento y además del Yoga hay otros métodos que nos ayudan a alcanzar este estado de bienestar.