Lección de perseverancia

Nido confeccionado para el pajarito.

Tal vez alguien pueda pensar que compartir estas reflexiones que me llegan no tiene mérito. Pero pienso que si no lo sé decir mejor, es preferible compartir lo que otros han dicho, escrito para que sean leídos.
Este blog en concreto está dedicado a mis nietos y la mayoría son mensajes que me gustan, que comparto y les dejo como éste que me parece precioso. Sobre todo porque habla de los pájaros.
Ellos han encontrado este año otro caído del nido, estaba herido. Al principio le confeccionaron un nido pero luego su padre les dijo de llevarlo a un "hospital" dónde los curan y luego les dejan volar libres. Así lo han hecho. Es el pajarito de la foto. 

Mensaje
¿Has observado la actitud de los pájaros ante las adversidades?
Están días y días haciendo su nido, recogiendo materiales a veces traídos desde largas distancias...... Y cuando ya está terminado y están prontos para poner
los huevos, las inclemencias del tiempo o la obra del ser humano o de algún animal lo destruye y tira por suelo lo que con tanto esfuerzo se logró...
¿Qué hace el pájaro? ¿Se paraliza? ¿Abandona la tarea acaso?
De ninguna manera. Vuelve a comenzar, una y otra vez, hasta que en el nido aparecen los primeros huevos.
A veces -muchas veces- antes de que nazcan los pichones algún animal, un niño, una tormenta, vuelve a destruir el nido, pero esta vez con su precioso contenido...
Duele recomenzar desde cero... Pero aun así el pájaro jamás enmudece ni retrocede, sigue cantando y construyendo, construyendo y cantando...

¿Has sentido que tu vida, tu trabajo, tu familia, tus amigos no son los que soñaste? ¿Has querido decir basta, no vale la pena el esfuerzo, esto es demasiado para mí?
¿Estás cansado de comenzar, del desgaste de la lucha diaria, de la confianza traicionada, de las metas no alcanzadas cuando estabas a punto de lograrlo?

Buenas preguntas que sin duda nos hemos hecho muchas personas. Y cuantas veces  hemos querido tirar la toalla. ¡Ya no puedo más!

Así te golpee la vida una vez más no te entregues nunca, di una oración, pon tu esperanza al frente y arremete. No te preocupes si en la batalla sufres alguna herida, es de esperar que algo así suceda. Junta los pedazos de tu esperanza, ármala de nuevo y vuelve a arremeter.
No importa lo que pase... no desmayes, sigue adelante. La vida es un desafío constante pero vale la pena aceptarlo. Y sobre todo... nunca dejes de cantar.

No es fácil pero no queda otra.