Señor,
tú sabes mejor que yo, que estoy envejeciendo
y un día seré vieja.
No permitas que me haga charlatana y
sobre todo adquiera el hábito de creer que tengo
que decir algo sobre cualquier tema, en toda ocasión.
Libérame de las ansias de querer arreglar
la vida de los demás. Que sea pensativa pero no taciturna,
solícita pero no mandona.
Con el vasto acopio de sabiduría que poseo,
parece una lástima no usarla toda,
pero tú sabes, Señor, que quiero que
me queden algunos amigos al final.
Mantén mi mente libre de la recitación de infinitos detalles.
Dame las alas para ir derecho al grano. Sella mis labios
para que no hable de mis achaques y dolores.
Ellos van en aumento con el pasar de los años,
como también mi gusto por recitarlos.
Pido la gracia de poder escuchar con paciencia el relato de los males ajenos.
Enséñame la gloriosa lección de que a veces es posible que esté equivocada.
Mantén en mí una razonable dulzura.No quiero ser santa.
Es difícil convivir con algunas de ellas;
pero una vieja amargada es:una de las obras supremas del diablo.
Ayúdame a extraer de la vida toda la diversión posible.
Nos rodean tantas cosas divertidas,que no quiero perderme ninguna.
Amén.
(Esta oración fue escrita por una monja del siglo XVII )
Me ha gustado mucho todo lo que leo en tu blog.
ResponderEliminarun abrazo
Es hermoso Katy y como me gustasn mucho tus blogs, tu humor y espontaneidad, en mi blog tenés un regalito.
ResponderEliminarBesos
Gabi
Muchas gracias Lucia por animarme. Hace mucho ilusión saber que lo que puplicas no solo te guste a ti misma sino que a laguien más le agrade. Un abrazo
ResponderEliminarPor más que intento poner freno a esta espontaneidad con frases de autosugestión va a ser que no, que moriré así. Si dejo de ser espontánea dejaré de ser yo, como un pájaro sin alas. Voy a ver tu blog a ver que sorpresita me has dejado.
ResponderEliminarBesos
agosto 16, 2009